El ex director del Centro Cardenal Cisneros habla sobre su relación con Casado y Arnaldo
Alberto Pérez de Vargas, el ex director del Centro Cardenal Cisneros, ha escrito una columna en el periódico EuropaSur explicando su relación con el presidente del PP, Pablo Casado, y el recién nombrado magistrado del Tribunal Constitucional Enrique Arnaldo. El catedrático de Matemáticas explica: «He tenido una relación profesional temporal con ambos, derivada de mis destinos y obligaciones en tanto que catedrático de la Universidad Complutense de Madrid».
Continúa: «En el primer caso, por haber sido Casado alumno de la licenciatura en Derecho en el Centro de Estudios Superiores Cardenal Cisneros, cuando yo era director de ese centro, adscrito a mi universidad; y en el segundo, porque Arnaldo era entonces, primero profesor y después patrono de la Fundación Fray Francisco Jiménez de Cisneros, titular del centro. Estando la Fundación integrada en la Comunidad de Madrid, su patronato está presidido por el consejero de Educación de la Comunidad y la mayoría de sus patronos son nombrados por la Consejería».
Pérez de Vargas afirma que su relación con ambos «no ha sido en ningún momento mantenida o proyectada más allá del ámbito en el que han coincidido, ni fuera de las implicaciones propias de la situación que supuso tal coincidencia». «Nada hubo de especial consideración en ese tiempo, ni nada que permitiera distinguir a Casado de los demás alumnos, ni a Arnaldo de los demás profesores que no fuera su condición de patrono. Como director del centro, supe de la incorporación como alumno de Casado por él mismo, que me pidió audiencia y se la concedí de inmediato, como habría hecho con cualquier otro de sus compañeros, para explicarme las razones por las que estaba allí», añade.
Pablo Casado procedía de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, donde las carreras están programadas con altos niveles de exigencia. Sin embargo, su trabajo como político no le permitía poder dedicarle el tiempo necesario que requería dicha institución. Por ello, decidió cambiar de centro de estudios.
«Es frecuente que un profesor dé por aprobada su asignatura a un alumno que ha cursado otra cuyo contenido presenta pocas diferencias con el cursado en la institución originaria. O, en su caso, que exija la confección de un trabajo complementario referido a la parte de programa que no estuviera en el de origen», explica el profesor Pérez Vargas. En definitiva, se cumplió con el sistema de convalidaciones propio de cualquier universidad.
El catedrático afirma: «No me consta, pero creo que el profesor Arnaldo no lo fue de modo directo del alumno Casado. En cuanto a mí, apenas si tuve noticias del discurrir de Casado en el Centro; al ser catedrático de Matemáticas, ni siquiera tenía proximidad académica alguna a sus intereses como alumno».
Y finaliza: «Recientemente, con la propuesta de Enrique Arnaldo para el Tribunal Constitucional, ha reverdecido el brote, incidiendo en la «dudosa» (¿?) designación de un letrado de las Cortes, además de catedrático de Derecho Constitucional, para magistrado de ese Tribunal. No sé qué pasaría si a cada catedrático se le relacionara con cada uno de sus posibles alumnos o con cada uno de los que lo han sido donde aquellos ejercían. La prensa amarilla y los periodistas faltos de un mínimo sentido de la ética, no tendrían que preocuparse de ninguna otra cosa para sobrevivir profesionalmente».