Crisis del coronavirus

España supera los 90.000 muertos por coronavirus

Pedro Sánchez sigue mostrando su aversión a dar explicaciones en el Congreso de los Diputados de lo ocurrido en los últimos tiempos

muertos Covid
Carlos Cuesta

Más de 90.000 muertos por Covid. Este es el tenebroso contador del coronavirus en España. Más en concreto, 90.161 personas que han fallecido y que han situado de forma habitual a España como el país con mayor tasa de mortalidad de todo el planeta. Un contador al que hay que añadir la expresión «por ahora».

Porque cada día sigue aumentado la cifra de fallecidos con datos dantescos: el último fin de semana, en nada menos que 762 muertos por  Covid  Y todo ello, mientras el Gobierno continúa negándose a tomar las riendas, coordinar la lucha contra el coronavirus y dar más poder a las comunidades autónomas para luchar contra el Covid.

El dato de muertos siempre ha ido a años luz de los datos oficiales. En estos momentos, de hecho, las muertes por Covid que admite el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Pedro Sánchez no llegan a 60.000 (59.081). A cierre de 2020, el dato real medido por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejaba ya más de 82.000 fallecidos. Y no ha dejado de crecer hasta ahora a niveles escalofriantes.

Última actualización

Hay que recordar que la actual cifra de 90.000 muertos por Covid se obtiene por medio de las mediciones del INE. Ese dato refleja el exceso de muertos con respecto al mismo periodo del año anterior. Puesto que la única causa extraordinaria y adicional de muerte frente al 2020 es el coronavirus, con una probabilidad prácticamente total ese aumento de fallecimientos corresponde al Covid. Es más, la cifra de 90.000 muertes ha sido tomando el dato INE hasta la última actualización, la que alcanza hasta el 17 de enero. Y esa cifra ha sido sumada a los datos del Ministerio de Sanidad hasta este pasado lunes. Teniendo en cuenta que los datos oficiales suelen ir por detrás de los reales es probable que el volumen de muertes total hasta hoy sea superior incluso a los 90.161 contabilizados.

Pese a todo ello, Pedro Sánchez sigue mostrando su aversión a dar explicaciones de lo ocurrido hasta el momento. De un desatarse que ha llevado a España a una inexplicable posición de cabeza en la clasificación de muertos por millón de habitantes. El presidente ha esquivado, de hecho, los momentos más críticos de la tercera ola sin dar explicaciones en el Congreso de los Diputados sobre su cuestionada gestión. Su última intervención fue el pasado 16 de diciembre, cuando dio cuenta de la gestión del estado de alarma y defendió sus medidas, que se han revelado claramente ineficaces.

Sánchez, incluso, se jactó entonces de que la incidencia acumulada se había reducido en las últimas semanas, pese al repunte en aquellos días. El estado de alarma, enfatizó el socialista, «está salvando vidas, empleos y empresas». Desde esa comparecencia, 969.829 personas se han contagiado, según datos de Sanidad. Las UCI de varias comunidades autónomas están al borde del colapso.

Sánchez, pese a ello, se resiste a acudir a la Cámara baja. Aunque enero es inhábil a efectos parlamentarios, PSOE y Podemos sí impulsaron, por ejemplo, que se facilitasen en este mes los trabajos de dos comisiones que nada tienen que ver con la materia sanitaria: la de Justicia, para avanzar en su asalto al Consejo General del Poder Judicial, y la que investiga la Operación Kitchen. En ambos casos, el propósito es claro: presionar al Partido Popular.

Sin embargo, el presidente del Gobierno se escabulle de dar explicaciones ante el hemiciclo. De hecho, la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados, con los votos de PSOE, Podemos y sus socios, rechazaron el lunes la iniciativa del PP para que el líder socialista compareciese de urgencia ante el Pleno de la Cámara y diese cuenta de la respuesta de su Gobierno ante la pandemia desbocada.

Sánchez, cabe recordar, ya intentó evitar las comparecencias en el Congreso al blindar el estado de alarma con una prórroga única, lo que le libraba de solicitar la autorización del Pleno. Sin embargo, tras las críticas, aceptó finalmente acudir cada dos meses. No lo hará hasta pasadas las elecciones del 14 de febrero. Ni siquiera el empeoramiento de la pandemia altera sus planes e intereses.

De baja 67.837 pensiones de jubilación

Y no es el dato del INE el único que delata la brutal mortalidad. En el periodo que va de febrero a noviembre de 2020 se dieron de baja 67.837 pensiones de jubilación y viudedad, más que presumiblemente, por los estragos causados por el Covid en la población de mayores de todo el país, ya que la causa para dar de baja este tipo de prestaciones es, básicamente, una: el fallecimiento.

La cifra todavía podría ser mayor, ya que cuando se hizo público ese dato, aún no se había contabilizado el mes de diciembre. Y al ritmo de los últimos datos, eso supondría sumar unas 2.000 muertes a ese cómputo macabro y que dejaría la cifra en 70.000 pensionistas muertos por Covid. Esta cifra corresponde con el exceso de bajas detectado con respecto a 2019.

Profundizando más en los datos, esa estadística muestra otro hecho dantesco ante esta cifra de bajas: 44.549 muertes corresponden a pensionistas en concepto de jubilación y 23.288 son pensiones por viudedad. Los números son los que son, por mucho que Pedro Sánchez, Carolina Darias o Fernando Simón se empeñen en ocultarlos o manipularlos.

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