España
Íñigo Errejón

Errejón alega ante la juez que llamar «energúmeno de ultraderecha» a un jubilado es libertad de expresión

OKDIARIO accede al juicio por la demanda contra Errejón por acusar de "denuncia falsa" al jubilado de la patada

Su abogado dice que Errejón acusó al jubilado de "denuncia falsa" no de "delito de denuncia falsa"

Íñigo Errejón, a través de su abogado defensor, ha alegado este miércoles ante la titular del Juzgado de Primera Instancia número 43 de Madrid que llamar «energúmeno de extrema derecha» a un jubilado se permite por la libertad de expresión. Este miércoles se ha celebrado la vista oral de conclusiones por la demanda de 25.000 euros del pensionista de Lavapiés que denunció un patadón de Errejón tras un mitin de Más Madrid. El procedimiento judicial por maltrato quedó archivado por falta de pruebas, pero el ex diputado de Sumar dio un paso más y acusó al hombre de registrar una «denuncia falsa». Se trata de un delito que no quedó ni mucho menos acreditado. De hecho, unas cámaras de seguridad captaron a Errejón visiblemente enfadado tras la bronca, pero la patada en un tumor de cáncer no quedó grabada. Ahora el ex diputado ha tenido que dimitir tras reconocer trato degradante a mujeres.

El abogado del jubilado, Carlos del Arco, ha reclamado una indemnización de 25.000 euros por las manifestaciones del político en dos medios de comunicación, donde calificó la denuncia como «falsa» y a su denunciante como «energúmeno de extrema derecha». Los hechos se remontan a septiembre de 2022, cuando Errejón realizó estas declaraciones en una cadena de radio y en un programa de televisión tras haber sido absuelto de una denuncia por supuestamente haber dado una patada al demandante en mayo de 2021.

La defensa del demandante argumenta que Errejón vulneró el honor de su cliente al acusarle implícitamente de un delito de denuncia falsa, citando como precedente una reciente sentencia del Tribunal Supremo que condenó a la ex ministra de Igualdad Irene Montero por un caso similar. Esta hoy eurodiputada fue condenada a pagar 5.400 euros por llamar «maltratador» a un padre inocente. Según el letrado del pensionista, las declaraciones  de Errejón fueron «reflexivas y conscientes», al producirse en dos días consecutivos, y tuvieron gran difusión mediática. Ha citado las audiencias de los programas donde intervino y la repercusión en múltiples periódicos digitales.

Por su parte, la defensa de Errejón sostiene que las manifestaciones están amparadas por la libertad de expresión y se produjeron en el contexto de dar «su versión» sobre unos hechos que le afectaban «personalmente» tras ser absuelto. El abogado del diputado ha destacado que su cliente nunca imputó explícitamente un delito de denuncia falsa, sino que expresó su opinión sobre que los hechos imputados eran falsos.

La Fiscalía ha salido al rescate del ex portavoz de Sumar. Se ha posicionado a favor de Errejón considerando que sus declaraciones constituyen un ejercicio legítimo de la libertad de expresión. El ministerio público ha argumentado que el término «falsa» fue utilizado en su sentido ordinario y no como calificación jurídica, y que el calificativo de «energúmeno» está justificado por los mensajes previos del demandante en redes sociales, donde había insultado reiteradamente a varios políticos de izquierdas. No obstante, la fiscal ha aceptado que en el juicio previo Errejón acabó absuelto porque alguien mintió en el juicio. No se puedo aclarar si lo hacía el jubilado o los testigos, varios asesores de Más Madrid y que, por tanto, dependían profesionalmente de Errejón.

Durante la vista, fiscal y letrado defensor han citado mensajes en redes agresivos contra Errejón y otros políticos. Usó calificativos como «tonto», «subnormal» y otros insultos. El abogado defensor ha tratado de defender que la denuncia inicial era por lesiones –lo cual se hubiera dirimido en el Tribunal Supremo al ser aforado– y luego pasó a por maltrato. Por tanto, al margen de la sentencia hubo unos hechos atribuidos que no se demostraron ciertos. Sin embargo, la defensa del jubilado descarta ese extremo: el jubilado no calificó los hechos en origen como delito de lesiones.

Un aspecto crucial del debate jurídico ha sido la diferencia entre acusar a alguien de un delito de denuncia falsa y expresar que los hechos denunciados no eran ciertos tras una absolución. Mientras la defensa del demandante sostiene que Errejón, como diputado que redactaba leyes en el Congreso de los Diputados y profesor universitario, debería ser especialmente cuidadoso con sus palabras, la Fiscalía argumenta que no se le puede exigir «la frialdad de un jurista» al expresarse sobre un procedimiento que le afectaba personalmente.

Errejón llamando con la mano al jubilado en Lavapiés.

Del mismo modo, el abogado de Errejón, que también llevó el caso de la patada, pero no el de agresión sexual, dice que el caso de Irene Montero no es igual y que pudo haber una afectación al honor pero no una intromisión ilegítima en el mismo. Destaca el hecho de que el ex diputado no dio el nombre del jubilado y que él habló con la prensa. Igualmente, ha tachado a OKDIARIO de «medio de comunicación sensacionalista y ultramontano» tras informar de los avances del caso.

El caso ha quedado visto para sentencia, en un caso que enfrenta el derecho al honor con la libertad de expresión, especialmente en el contexto de declaraciones públicas tras procedimientos judiciales.