España

Los empresarios que apoyaron la independencia son ahora los primeros en sacar su dinero de Cataluña

Los empresarios que más se han significado por apoyar el independentismo han sido los primeros, ahora, en abandonar Cataluña apresuradamente. Quizá porque son quienes mejor conocen el destrozo que causaría a la economía la república bolivariana que pretende instaurar la CUP, convertida en el socio preferente de Carles Puigdemont.

Un caso paradigmático es el de Víctor Grifols, presidente del imperio farmacéutico Grifols, que factura más de 4.000 millones de euros al año. Grifols animó públicamente en 2014 al entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, a seguir adelante con su desafío independentista: «Sé que lo está pasando difícil. Tire adelante, no se arrugue», afirmó.

Laboratorios Grifols emitió el pasado lunes un comunicado en el que sugiere que trasladará su sede social fuera de Cataluña, si se agrava la situación política en la región. No obstante, el grupo Grifols ya trasladó a finales de 2015 su división Bioscence, que representa el 75% del negocio, a Irlanda buscando un tratamiento fiscal mucho más favorable.

Roures guarda su fortuna en Holanda

Lo mismo le ocurre al millonario Jaume Roures, que el pasado 26 de agosto acogió en su casa el encuentro entre Pablo Iglesias, Joan Tardà y Gabriel Rufián para pactar el apoyo de Podemos al proceso de independencia de Cataluña.

Buena parte del entramado de medios de Roures opera a través de la sociedad Mediacapital BV radicada en Holanda, que ofrece a los inversores una bajísima fiscalidad y una gran opacidad. El diario El Economista cifró en 2012 la fortuna del dueño de Mediapro en más de 500 millones de euros.

Como ha informado OKDIARIO, otra de las filiales de Mediapro, Media World, está investigada en Estados Unidos por el presunto pago de sobornos a miembros de la FIFA y ex dirigentes deportivos a cambio de la concesión de derechos de televisión.

Las lágrimas de Gerard Piqué

La presencia del defensa del Barça Gerard Piqué en la Selección española se ha vuelto cada vez más incómoda por sus constantes guiños al independentismo. Y por las lágrimas que derramó el 1-O a cuenta de las cargas policiales ordenadas por una juez para impedir el referéndum ilegal.

Piqué ha jugado al despiste este viernes y ha presumido de que su empresa de videojuegos KeradGames tiene su sede en Cataluña. Según sus últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la empresa radicada en Barcelona registró unas pérdidas de más de 600.000 euros en 2015.