España
Entrevista con Dolores Agenjo

La directora que desafió a Artur Mas el 9-N: «Hay más miedo a los separatistas que a los jueces»

Dolores Agenjo se ha convertido en todo un icono de la lucha contra el nacionalismo catalán. El 9 de noviembre de 2014 se negó a entregar las llaves de su centro de enseñanza para la celebración del referéndum impulsado por Artur Mas. OKDIARIO ha estado con la ex profesora para conocer de primera mano cómo fue su experiencia tras el 9-N y tras formar parte de los testigos que denunciaron en juicio la orden que la Generalitat impuso a los miembros de los centros educativos.

P. ¿Cómo ve la enseñanza en Cataluña ahora mismo?

R. La educación en Cataluña es el resultado de lo que se ha hecho durante más de 30 años, basado en el adoctrinamiento y fundamentada en la inmersión lingüística. Se ha conseguido una juventud penetrada por las ideas nacionalistas.

P. Hoy la consejera de Enseñanza de la Generalitat, Clara Ponsatí, enviaba una carta a los directores de los colegios en la que se asumía las funciones de los directores de colegios y responsables de centros cívicos con el objetivo de eximirles de responsabilidad ¿Cuál es su opinión acerca de esto?

R. Era lo que se esperaba. Desde un principio se veía venir. Ahora es la directora  de todos los centros y no se va a dejar asustar por las posibles consecuencias penales. Ahora ya es muy tarde. Desde que esta mujer hizo declaraciones clarísimas de que iba a abrir todos los centros se le tenía que haber inhabilitado.

P. ¿Cuál cree que podría ser la consecuencia más grave de ello?

R. Los directores, que los hay, que han decidido no abrir los centros si son destituidos… ya no son directores. Ella que asume el rango de directora les dice «entrégame las llaves porque yo soy la directora» y van a tener que hacerlo… Han dejado a los directores indefensos. En general, los catalanes temen más las represalias de la Generalidad y los nacionalistas que a los jueces, fiscales y que al gobierno de España.

P. A nivel personal ¿Qué ocurrió después de ese 9-N cuando usted se niega a entregar las llaves?

R. Me jubilé a los  dos meses y nos les dio tiempo a tomar ninguna medida contra mi. Estoy convencida de que, de haber podido, lo hubiesen hecho. Lo sé porque hubo otro director que no entregó las llaves que me contó que lo estaba pasando muy mal. De manera indirecta el departamento de enseñanza estaba acosándolo, buscando formas para socavar su autoridad y poner a los miembros de la comunidad educativa en su contra.

«Los catalanes temen más las represalias de la Generalidad y los nacionalistas que a los jueces»

P. ¿Hay miedo en las aulas?

R. Sí. Hay miedo incluso entre los alumnos. Los padres cuentan que sus hijos no se atreven a no ir a la huelga por miedo a ser señalados por los compañeros. Se ha llegado a un extremo que el nacionalismo lo domina todo, tiene el poder efectivo de la sociedad. Si no se les impide contundentemente, ellos cumplirán  su propósito. El Gobierno ha creído  ingenuamente que con multas y amenazas… pero no se da cuenta de que está tratando con fanáticos.

«Hay miedo incluso entre los alumnos»

P. ¿Ha recibido algún tipo de insulto o amenaza durante estos años?

R. Muchas. Sobre todo a raíz del 9-N y mi declaración como testigo en el juicio contra Artur Mas. Me han llegado a amenazar de muerte. Me han llamado de todo: asquerosa, bruja, subnormal, retrasada, monstruo… Me han dicho que ojalá me diese un cáncer y que si me encontraban en la calle me iba a enterar.

«Me han llegado a amenazar de muerte»

P. ¿Animaría a aquellas personas que no están de acuerdo con la independencia y el referéndum a plantar cara?

R. Yo siempre les animo. Lo que pasa es que la gente, si no hay nadie que la es movilice, no sale espontáneamente a manifestarse. El nacionalismo es un movimiento de origen burgués, está alentado por la casta catalana y va en contra de los intereses de los trabajadores. Por eso me extraña mucho que los partidos de izquierda se hayan sometido al ideario nacionalista. Desde plataforma Ahora y otras organizaciones de izquierda, defendemos una sociedad basada en los derechos cívicos, no en derechos territoriales, que es algo casi feudal.

«El nacionalismo está alentado por la casta catalana»