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Palma de Mallorca

Dictadura Marlaska: la Policía entra en un domicilio sin orden judicial porque había una minifiesta

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Una patrulla de la Policía Nacional, formada por un total de seis agentes, se presentó el pasado sábado en un domicilio de Palma de Mallorca en el que un vecino había alertado de una posible fiesta. Una de las personas que se encontraba en el inmueble grabó seis minutos de imágenes en las que se muestra cómo les exigen que salgan de la vivienda, a la que uno de los jóvenes asegura que los agentes han accedido «sin permiso» del propietario y sin una orden judicial.

Policía: Caballero deme el móvil.

Ciudadano: No.

P: Sabes que la utilización del móvil es ilegal ¿no?

C: Estás en mi casa. ¡Fuera!

P: No es tu casa. Su documentación. Por segunda vez.

C: Yo no te la doy. ¡Fuera!

Así comienza esta tensa escena de seis minutos que ya se está viralizando, en la que un joven discute en la cocina con varios agentes, algunos de paisano, durante la intervención registrada en un domicilio. El autor de las imágenes insiste en señalar que los agentes se encuentran «sin permiso» dentro de un domicilio privado y que no tienen una orden judicial, mientras que los policías aseguran que han obtenido el permiso voluntario del propietario para acceder. El momento de la entrada a la vivienda no figura en las imágenes.

A partir de ese instante, el vídeo recoge una tensa discusión entre agentes y las personas que se encuentran en el domicilio. La Policía había hecho acto de presencia tras recibir un aviso de que se estaba celebrando una fiesta. 

«Te estas negando a documentarte», le insiste el agente. «Y tú estas en un domicilio privado», le recuerda el joven. «Me autorizó», responde el agente señalando a otro joven, que se identifica como titular de la vivienda, que a su vez niega con la cabeza. «Él no ha autorizado nada, fuera».

La discusión baja momentáneamente de intensidad mientras el agente de paisano comienza a hablar, con tono más pausado, con el titular de la vivienda para aclarar que este «sí había autorizado» la entrada a la vivienda. Pero el titular lo vuelve a negar. El agente de paisano comienza a dirigirse hacia la entrada de la vivienda. En ese momento entra en escena otro agente, con uniforme de la Policía Nacional, que insiste en que están en la vivienda con permiso. «Si me lo dio él», dice. «El dueño está diciendo que no. Fuera caballero».

Momentos después la discusión se traslada al quicio de la puerta de entrada de la vivienda. Allí, los agentes siguen insistiendo al autor que salga para identificarse. «¡No vives aquí! Nos lo ha dicho una testigo». Finalmente, el propietario acaba cerrando la puerta, mientras un agente trata de impedirlo en reiteradas ocasiones poniendo el pie como obstáculo.