Economía

Nuevo golpe al campo español: la importación de fruta y verdura de Marruecos se dispara otro 32%

La compra de estos productos no sólo no disminuye, sino que toma cada vez más impulso

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

España disparó las importaciones de fruta y verdura de Marruecos un 31,8% durante el pasado octubre en comparación con el mismo mes del 2023, pese a las alertas sanitarias que ha habido con estos productos en 2024 y las protestas de los agricultores, según los datos publicados este viernes por el Ministerio de Economía y Comercio. Así, la compra de estos productos no sólo no disminuye, sino que toma cada vez más impulso mientras los trabajadores del campo se quejan por lo que denominan «competencia desleal».

En concreto, las importaciones de estos productos han pasado de estar valoradas en 49,9 millones de euros a 65,9 millones de euros, más de un 30% más en un año. En cuanto a las toneladas compradas, han pasado de ser 20,4 a 27,7, un 35,78% más.

En ese sentido, dado que el aumento del coste abonado es inferior a la subida de la cantidad de producto importado, España está pagando la fruta y verdura de Marruecos más barata que hace un año, algo que está afectando de manera especial a los agricultores españoles.

Por ello, los trabajadores del campo no cesan en sus protestas y siguen poniendo el foco en las desigualdades existentes a la hora de producir los alimentos, algo que se va a recrudecer, según ellos, si sale adelante el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur.

Los agricultores y la fruta de Marruecos

De hecho, este mismo martes, la plataforma ciudadana SOS Rural ha denunciado que las importaciones de frutas y verduras en España siguen subiendo a un ritmo elevado, algo que, según consideran, «asfixia al campo español».

La organización considera que estas circunstancias suponen «una amenaza para la soberanía alimentaria de España» y advierte que el valor económico de las importaciones de productos hortofrutícolas se han elevado un 20% en apenas dos años, desde octubre de 2022, «lo que muestra que, a pesar de las protestas del campo realizadas a principios de 2024, el ritmo de importaciones no ha dejado de acelerarse».

Manifestaciones de agricultores (Foto:EP).

Así, SOS Rural señala que esta mayor dependencia de terceros países de fuera de la Unión Europea (UE) «pone de manifiesto nuestra precaria posición frente a productos con los que, por precio, nos resulta imposible competir».

Según la asociación, la cantidad de toneladas lo demuestra, pues en 2022 se importaron 3.121.595 toneladas de frutas y verduras, mientras que en 2024 la cifra fue de 3.587.311, lo que supone un incremento del 14,6 % en dos años. En ese sentido, la agrupación sostiene «que el gran caballo de batalla del sector primario en España es la competencia desleal» y, por ello, han puesto en marcha campañas en contra de esta situación.

Alertas sanitarias

El pasado 6 de marzo, una alerta sanitaria retumbó en España. Así, los españoles supieron que una partida de fresas procedentes de Marruecos contenía microorganismos patógenos correspondientes al virus de la hepatitis A, según informó el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) después de analizar una partida importada desde Marruecos el pasado 19 de febrero.

Tras ello, las autoridades encontraron otras dos partidas de fresas que se encontraban en las mismas condiciones. De hecho, la última de ellas se frenó cuando ya estaba en camino a un supermercado, es decir, justo antes de que las familias la compraran.

Por otro lado, también se ha detectado fruta de Marruecos con otros tóxicos. Y es que los trabajadores del campo venían denunciando desde hacía tiempo múltiples casos en los que los alimentos importados de otros países a la UE, especialmente de África, llegaban con pesticidas vetados en territorio comunitario.

Por ejemplo, unos análisis hicieron saltar las alarmas al revelar que las aceitunas y el arroz de Marruecos contenían el pesticida clorpirifos en una cantidad de 0,067 mg/gk-ppm. El Límite Máximo de Residuos (LMR) que fija la Unión Europea es de 0,01 mg/kg, por lo que los productos contendrían hasta casi 7 veces más de la sustancia de lo que permiten las autoridades europeas.

Es más, este periódico ha podido tener acceso a un informe de un prestigioso laboratorio privado del 14 de febrero de 2024. En él, los analistas demuestran que las judías provenientes de Marruecos poseen 0,029 mg/kg (miligramos por cada kilogramo) de benzoato de emamectina B1 a, uno de los pesticidas que se utilizan para el tratamiento de las hortalizas con el fin de reducir la presencia de insectos en las plantaciones.

Estos niveles incumplen el Reglamento de los límites máximos de residuos de diferentes insecticidas (benzoato de emamectina, espinosad, espirotetramato, etofenprox, etoxazol, flutriafol, fosmet, glifosato y piraclostrobina) de la Comisión Europea, vigente a día de hoy, que pone el tope en los 0,01 mg/kg en estos pesticidas, tres veces menos.