Economía
Caso Bankia

El jefe de los inspectores del Banco de España critica los «cálculos básicos» del inspector Casaus con Bankia

Casaus realizó críticas sobre el proceso de intergración de las siete cajas que dio orgien a Bankia y que fue dirigido políticamente por su entonces jefe Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

El exjefe del grupo de Inspección del Banco de España en BFA-Bankia Pedro Comín ha criticado este martes al inspector díscolo José Antonio Casaus, uno de cuyos análisis han sido claves en todo el proceso del caso Bankia. Para Comín, sus cálculos sobre la integración de las siete cajas fueron «muy básicos».

«No es que no se tuvieran en cuenta, sino que hubo otros elementos que tenían más rigor», ha aclarado Comín en calidad de testigo en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, donde ha sostenido que la principal advertencia de Casaus se basó en un aislado test de estrés sobre Caja Madrid «que no tenía sentido».

En concreto, se ha referido al correo electrónico remitido por Casaus al entonces jefe de grupo Javier del Río, entre otros, en el que el inspector cifraba en 8.000 millones de euros las necesidades de saneamiento de la entidad madrileña, frente a los 4.000 millones de los que se hablaba en el informe de inspección.

Para Comín, «no se pueden poner en el mismo valor» ambas magnitudes en tanto que el mensaje de Casaus se trataba «más de una opinión que de un trabajo riguroso realizado con la calidad requerida», ya que no se justificó «adecuadamente en base a los planes de negocio de la entidad, de la cartera crediticia y de la evolución macroeconómica».

No obstante, aunque ha destacado su «admiración» por el inspector, ha recordado que éste fue «una de las personas que valida los resultados» del plan de integración de las antiguas cajas que conformaron el grupo BFA-Bankia.

Así lo ha sostenido Comín a preguntas de la Fiscalía Anticorrupción, que pide para los antiguos gestores de Bankia (Rodrigo Rato, José Luis Olivas, José Manuel Fernández Norniella y Francisco Verdú) entre cinco años y dos años y siete meses de cárcel por supuesta estafa a inversores.

Un delito al que las acusaciones particulares y populares, que también cargan contra una treintena de exdirectivos del banco y el socio auditor, para los que piden hasta doce años de prisión, añaden el de supuesta falsedad contable.

El que fuera jefe de grupo de Bankia hasta septiembre de 2011, que llegó a figurar como investigado en la recta final del caso antes de ser apartado del procesamiento por el juez Fernando Andreu, ha avalado además el modelo de contabilidad que siguieron las cajas a la hora de integrarse.

Al respecto, ha puntualizado que de haber cargado la pérdida esperada contra resultados y no contra reservas «se habría creado una alarma» en el sistema financiero español que «no tendría sentido», teniendo en cuenta que tales deterioros aún no se habían producido.