Economía

Bruselas paraliza el plan de financiación de Correos

La Unión Europea ha paralizado el Plan de Prestación del Servicio de Correos dando un serio disgusto al presidente de la compañía, Juanma Serrano, que pensaba que iba a ser aprobado para obtener del Estado unos 160 millones al año de compensación.

Ahora, esa cifra bajaría a unos 60 millones, haciendo inviable su plan de negocio: los aumentos de sueldo por encima de la inflación pactados con CCOO, las compras en el extranjero de empresas y la apertura de delegaciones.

Correos culpa a la patronal de haber intervenido e informado a la Comisión Europea de sus cifras contradictorias. Y es que el visto bueno se daba por hecho hace unos días, pero las dudas de ahora comprometen el Plan Estratégico de la empresa pública.

La financiación de Correos lleva meses en el punto de mira de Bruselas y de Competencia. El pasado año, la empresa pública dijo que perdió solo 7,4 millones de euros, según lo que figura en los PGE 2019. Sin embargo, las cuentas oficiales aún no se han presentado y no se sabe realmente. Según La Información.com, sí se han aplicado los 167 millones que Correos ha tenido que devolver al Estado después de que Bruselas determinase que habían sido sobresubvencionados entre 2004 y 2010.

Ahora, el plan de financiación de Correos que propone el Juanma Serrano incluye una compensación del Estado de 180 millones anuales, pero debe contar con el visto bueno de la Unión Europea para poder aplicarse. Ese aprobado estaba garantizado según Serrano; sin embargo, informa el medio, la presión de los principales competidores de Correos parece haber llegado hasta Bruselas, que parece poner cada vez más en duda que las cuentas de Correos sean las que deben ser.

Tampoco ayuda a Correos el dictamen emitido por la CNMC, que determina que la empresa pública ha estado ofreciendo precios irrisorios a grandes clientes, haciendo que los servicios de esos clientes generen aún más déficit en la empresa, ya que no se llegaban a cubrir gastos.

El criterio de cálculo de la CNMC se acerca al de la Comisión Europea, reduciendo mucho la subvención del Estado, ya que se funda en que Correos debe cobrar unos 250 millones más a los clientes privados a los que da un servicio individualizado y, por tanto, fuera del SPU (servicio postal universal). Este hecho reduce en muchos millones la subvención de Correos y hace inviable todo el entramado financiero.

Y todo esto ha llegado en el peor momento: cuando acaba de comprar el 51% de Rangel el operador portugués y quiere abrir una oficina en Singapur y, por tanto, necesita la aprobación de la SEPI para esas inversiones de cantidad desconocida. La SEPI, en este sentido, está muy molesta por la interferencia de CCOO, que no ayuda a que Bruselas se crea las cifras.