Economía
Banca española

La banca española redujo en marzo un 1,50% sus peticiones a largo plazo al BCE

La banca española volvió a reducir en marzo sus peticiones de financiación a largo plazo al Banco Central Europeo (BCE), esta vez un 1,49%, y las dejó en 167.161 millones de euros, según los datos publicados este lunes por el Banco de España. 

Este tipo de financiación incluye los llamados por sus siglas en inglés TLTRO, créditos a largo plazo que se conceden a la banca en condiciones ventajosas con la condición de que ésta los canalice en forma de crédito al sector privado y de los cuales el BCE anunció en marzo el lanzamiento de una tercera oleada.

Las peticiones de liquidez a largo plazo se han reducido apenas en un mes en 39 millones de euros desde 167.200 millones con que cerraron febrero, lo que significa que continúan en su nivel más bajo desde marzo de 2017, cuando sumaron 147.927 millones tras caer desde los casi 173.000 millones del mes anterior.

La liquidez a corto plazo se ha disparado al cierre del tercer mes desde 2 millones de euros registrados en marzo de 2018 hasta 231 millones, al tiempo que apenas ha aumentado en 11 millones en comparación con el mes anterior.

Estas solicitudes al BCE de los bancos centrales de la zona del euro cayeron un 5% interanual y quedaron en 722.083 millones, mientras que el recorte con respecto al mes anterior fue del 0,17%, lo que equivale a 1.170 millones.

En cuanto a la liquidez a corto solicitada en el conjunto de la zona euro, los casi 6.000 millones (5.960 millones) de marzo cuadruplicaron los 1.486 millones de un año antes y se mantuvieron casi sin variación respecto a los 5.950 millones que pidieron en febrero todas estas entidades.

El saldo vivo del programa de compra de deuda pública y bonos, cuyo objetivo era estimular la economía europea y que terminó en diciembre, siguió reduciendo su «stock» poco a poco, hasta 336.089 millones desde 336.249 millones de febrero destacan los datos facilitados este lunes por el Banco de España.

Los bancos centrales de la zona del euro habían destinado en total al cierre de marzo 2,639 billones de euros a este programa de compra de activos puesto en marcha por el BCE, ligeramente por debajo de los 2,647 billones de febrero.

El extinto programa de estímulos del BCE comenzó en marzo de 2015 y consistía en que la entidad, a través de los bancos centrales de la zona del euro, compraba cada mes 60.000 millones de euros en deuda pública y de bancos de esos países, además de bonos de empresas con la condición de que no tuvieran calificación de «bono basura».

Esa cantidad estuvo en vigor hasta diciembre de 2017 y el BCE empezó en enero de 2018 a comprar 30.000 millones cada mes, en un programa que iba a terminar en septiembre y que después se prolongó hasta diciembre, aunque en los tres últimos meses la entidad europea compró 15.000 millones.