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Asufin advierte de que las hipotecas fijas y variables ya tienen el mismo precio

Según los datos de Asufin, la asociación de usuarios financieros, contratar una hipoteca fija o una variable bonificada, es decir, con algún otro producto ya firmado con el mismo banco, cuesta en estos momentos prácticamente lo mismo: en torno al 2,3%. Señala, además, que hay casos en los que las primeras son ya ligeramente más baratas.

La última publicación del Barómetro Asufin de hipotecas refleja que contratar este tipo de prestamos con un interés fijo cuesta un 2,37% TAE, frente al 2,35% TAE para la variable bonificada, lo que según la asociación demuestra la apetencia del mercado por las hipotecas fijas. “Con el Euríbor aún instalado en mínimos históricos, y sin visos de que vayan a cambiar las cosas, al menos en el corto plazo, las entidades tratan de asegurar el margen de beneficio que proporciona el préstamo a tipo de interés determinado”, explican.

Asufin también subraya el abaratamiento que han experimentado en el último año las hipotecas fijas frente al encarecimiento de las variables. Según sus datos, las hipotecas fijas sin vinculación se han abaratado desde el 3,15% de junio de 2020 hasta el 2,88% del mismo mes de este año. En el caso del tipo fijo con vinculación el descenso va desde el 2,73% hasta el 2,37%. Frente a estas, las ofrecidas con interés variable y no bonificas reflejan una TAE media del 2,66% en junio, frente al 2,64% del mismo mes del ejercicio anterior. El precio de las hipotecas variables para clientes con vinculación a la entidad se eleva hasta el 2,35%, frente al 2,09% anterior.

Poniendo como ejemplo un préstamo de 150.000 euros a 25 años, la asociación calcula que por la hipoteca fija se pagaría una cuota mensual de 663,15 euros, mientras que, en la variable sería de 661,65 euros, lo que supone una diferencia de tan solo de 1,50 euros al mes, 18 euros al año. En este sentido, destaca que hay casos en los que las hipotecas fijas son ligeramente más baratas.

La asociación aconseja a los consumidores que a la hora de elegir entre estas dos modalidades lo hagan dependiendo de las de las ofertas del mercado, el grado de competencia, los requisitos de acceso a cada producto y las características y destino de uso del inmueble. “Si la inversión es a largo plazo, como el caso de la vivienda habitual, una hipoteca a tipo fijo con la que, en estos momentos, aseguramos un tipo de interés reducido y constante, resulta interesante. Si por el contrario, estamos comprando para invertir, es decir una vivienda que venderemos en el corto o medio plazo, es recomendable el tipo variable, dado que el Euribor asegura un precio competitivo sin visos de subida a corto plazo”, consideran.