Era su día. Todos los focos le apuntaron desde la previa y durante el encuentro. Vinicius regresaba al escenario donde tuvo que soportar ataques racistas el pasado mes de mayo. Un antes y después para el fútbol español. Y la realidad es que su partido iba a ser de todo menos sencillo. Si las severas y acertadas medidas de seguridad evitaron cualquier incidente en la llegada del autobús del Real Madrid, dentro de Mestalla la situación iba a ser muy diferente para el brasileño.
Esta vez no se tuvieron que lamentar episodios racistas, pero cada vez que Vinicius tocó la pelota, el graderío reaccionó con una sonora pitada contra el jugador del Real Madrid, al que también llamarón «tonto» en diferentes ocasiones. El clima estaba cargado y esto lo sufrió Vinicius durante 48 minutos. Toda la primera mitad y 4′ de descuento. En ese tiempo, erró en cada decisión que tomó, no fue capaz de generar peligro, perdió los nervios con Gayà y tuvo que ser frenado por Bellingham y Camavinga en dos momentos en los que tuvo sus más y sus menos con los jugadores del Valencia.
Tampoco estuvo acertado en el primer gol del Valencia, ya que tras recuperar el balón, lo terminó perdiendo justo después ante la presión Foulquier, lo que provocó a los de Baraja armar un nuevo ataque que terminó en diana.
No estaba siendo la noche de Vinicius, hasta que en el último minuto del descuento todo cambió. El Real Madrid, que estaba desconectado y no se encontraba por Mestalla, lo intentaba una vez más, Carvajal pisaba línea de fondo, centraba y Vini terminaba rematando un balón que permitía a los de Ancelotti irse al intermedio con una sensación muy diferente a la que habían experimentado durante todo el primer acto. El brasileño lo celebró con rabia y con el puño en alto y la cabeza baja, un gesto que se utiliza para luchar contra el racismo.
Tras el paso por los vestuarios, el partido de Vinicius se pareció más al de los primeros 48 minutos que al que el que marcó el gol justo antes del descanso. El futbolista del Real Madrid lo intentó con poca fortuna. Incluso, vio amarilla tras tratar de robar un balón con más ímpetu del permitido.
Entonces volvió a aparecer para rematar de cabeza un centro perfecto de Carvajal que el brasileño no perdonó. Un tanto que celebró señalándose las orejas para todos aquellos que este año le llamaron «tonto» y la temporada pasada, muchos menos, «mono». Era de esperar que la reacción del madridista iba a generar un pequeño revuelo que duró el tiempo en el que desde Las Rozas trazaban líneas para que, finalmente, Gil Manzano diese por válido el gol.
La fortaleza de Carvajal
Tuvo un error, algo grosero, Carvajal en el segundo gol del Valencia. El que fue capitán de los blancos en Mestalla, cedió mal un balón atrás que dejó vendido a Lunin. Pero luego, el canterano se repuso para dar dos asistencias a Vinicius y demostrar que, en estos momentos, estamos ante el mejor lateral derecho del mundo.
Otra parada de Lunin
Lunin volvió a dar puntos al Real Madrid. Poco pudo hacer el ucraniano en los dos goles que recibió del Valencia, pero cuando los suyos buscaban el empate hizo una intervención prodigiosa para evitar el tercero de los de Baraja. Como ante el Sevilla hace una semana, volvió a ser clave.
Escándalo mundial
Bellingham marcó en 2-3 que daba la victoria al Real Madrid en el minuto 98:40 y Gil Manzano, tras observar como el Brahim centraba, pitó el final del encuentro. El escándalo estaba servido y, para colmo, expulsó al inglés. Noche oscura para el fútbol español.
Las notas del Real Madrid
- Lunin: 7
- Carvajal: 5
- Rüdiger: 6
- Tchouaméni: 8
- Mendy: 6
- Camavinga: 6
- Valverde: 6
- Kroos: 6
- Bellingham: 6
- Rodrygo: 5
- Vinicius: 8
- Modric: 8
- Brahim: 7
- Joselu: 5
- Fran García: 5
- Nacho: 5
- Ancelotti: 5