Robson da Souza, más conocido como Robinho, ex futbolista del Real Madrid o Milan, entre otros equipos, está pasando una etapa en la cárcel después de haber sido denunciado en 2017 por una violación grupal en 2013 cuando todavía era futbolista del conjunto rossonero. En 2022 salió la sentencia y el futbolista acabó ingresando en prisión este 2024 en Brasil, su país natal, ya que desde el principio las autoridades sudamericanas no querían extraditar al que fuera internacional con la Canarinha.
El pasado mes de marzo de 2024 saltaba la noticia de que Robinho ingresaba en la cárcel en Brasil y tendrá que cumplir una condena de nueve años allí. Está internado en la prisión de Tremembé, que está situada aproximadamente a unos 150 kilómetros de Sao Paulo, estado del que es uno de los que fue de los futbolistas más prometedores del mundo a principio de los 2000.
Esta cárcel en la que ingresó se le denomina la prisión de los famosos, ya que allí son enviados por la justicia brasileña todas esas personalidades que son condenados y son reconocidos socialmente. Hay que recordar que Robinho intentó agotar todas sus opciones para no entrar preso, pero uno de los tribunales más altos de Brasil le rechazó un habeas corpus que presentó.
Todos los problemas de Robinho se remontan a 2017 cuando en Italia una joven albanesa decidió denunciar al futbolista por una violación grupal que sucedió en 2013 en una discoteca de 2013. En 2022 la justicia del país transalpino condenaba al futbolista a nueve años de cárcel, pero desde entonces estaba en su país natal ya que se sentía seguro allí porque la Constitución prohibía su extradición.
En Brasil comenzaron a analizar el caso y sus abogados reclamaban que si iba a ser juzgado en su país se iniciara un nuevo juicio, pero para en este caso la justicia brasileña decidió simplemente revisar la sentencia italiana y analizar si todo era correcto. Ante esta confirmación, el Tribunal Superior de Justicia brasileño decidió por una amplia mayoría que el ex futbolista del Real Madrid tenía que cumplir condena en Brasil y se ordenó la detención de Robinho, que está en un régimen cerrado.
En su defensa Robinho aseguraba que las relaciones sexuales fueron consentidas, tanto la suya como la de sus otros cinco amigos, pero lo cierto es que se filtraron unos audios de ese día en el que el brasileño hablaba con sus acompañantes sobre pegar a la víctima y que si lo que había ocurrido salía a la luz sería el final de su carrera futbolística. Esto se convirtió en una prueba fundamental para la condena de nueve años que le cayó en Italia.
La carrera de Robinho
Robinho nació en 1984 en Sao Vicente, Sao Paulo, y fue durante su juventud uno de los futbolistas más prometedores de ese momento. Creció y destacó en el Santos y ya hablaban, dada su calidad, que era el sucesor de Pelé, ya que la mítica leyenda sudamericana era el responsable de las categorías inferiores de dicho equipo y estaba en contacto directo con el atacante.
En 2005 Robinho llegó al Real Madrid y allí rápidamente llamó la atención con su recordado debut en el Ramón de Carranza contra el Cádiz, donde firmó un auténtico partidazo. Poco a poco la figura del brasileño se fue diluyendo en el Santiago Bernabéu y después de tres temporadas y dos Ligas y una Supercopa de España decidió marcharse. Su destino favorito era el Chelsea, pero el cuadro blanco lo traspasó al Manchester City a cambio de unos 40 millones de euros.
En el conjunto inglés firma una buena primera temporada y desaparece en la segunda por problemas con su entrenador, regresando al Santos en calidad de cedido. En Brasil volvió a brillar con sus míticas bicicletas y tras acabar su préstamo fue contratado por el Milan. Permaneció en San Siro desde 2010 hasta 2014 y otra vez acabó su andadura en el cuadro rossonero con una cesión al Santos.
Otra vez se salió en Brasil y fue nombrado el mejor futbolista del campeonato. En esos momentos llegó el boom del fútbol chino y Robinho no desaprovechó la oportunidad de firmar un gran contrato con el Ghuangzhou Evergrande, pero apenas estuvo seis meses antes de volver, una vez más, a su país natal, aunque esta vez fue para firmar con el Atlético Mineiro. Posteriormente inició una aventura en Turquía, donde defendió la camiseta del Sivasspor y del Estambul Basaksehir.
En 2020, durante la pandemia, llegó a un acuerdo con el Santos y regresó por cuarta vez al equipo en el que se formó y donde era un ídolo, pero tras todo lo que había sucedido con la violación, un fuerte patrocinador de la entidad decidió romper la publicidad y esto llevó al equipo a rescindir al propio Robinho. Con esto el futbolista decidió colgar las botas después de haber sido internacional y del escándalo que está marcando su vida ahora que se encuentra en la cárcel.