Quien quiera a Fabián Ruiz deberá pagar 80 millones de euros. Ese es el precio establecido por el Nápoles para vender a una de sus principales estrellas. El mediocentro es seguido muy de cerca por el Real Madrid, que desde hace tiempo le tiene en la agenda, sin embargo, el Manchester City también está dispuesto a entrar en la puja y a desembolsar tal cantidad.
Acostumbrados a no escatimar en ceros a la hora de firmar a sus jugadores, el conjunto citizen se plantea poner la cantidad necesaria para hacer lo mismo con Fabián. El internacional español está siendo una de las grandes sensaciones de la temporada, lo que ha provocado que Guardiola también fije sus ojos en él y le reclame de cara a reforzar su equipo para la próxima temporada.
Los ingleses serán el rival del Real Madrid en el primer enfrentamiento de Champions League que se dispute una vez regrese la competición y apuntan también a serlo en la carrera por el ex del Betis. No es nuevo que los blancos están seriamente interesados en el mediocentro, sobre todo desde que sobresaliera en el europeo sub-21 disputado el pasado verano. Pero ahora se tendrán que medir con un duro rival en el mercado.
A Fabián le tira el blanco
A favor del Madrid está la voluntad de Fabián en vestirse de blanco. La guerra vivida en el Nápoles entre los jugadores y la directiva había jugado en favor de los blancos, aunque queda por superar el duro obstáculo que supone el presidente partenopeo, Aurelio de Laurentiis.
Ahora, los blancos ya saben la cantidad que deberán poner encima de la mesa para hacerse con uno de los jugadores llamados a liderar el fútbol español y continental en los próximos años. Sin embargo, no es el verano más propicio para pagar 80 millones por un jugador, pues a la evidente crisis provocada por el coronavirus, se une el plan de ahorro madridista, pensando en Mbappé.
Otro de los puntos que juega a favor del Real Madrid en esta operación, en lo que a la rivalidad con el City respecta, es la sanción impuesta por la UEFA a los de Guardiola. Los celestes no podrán participar en las dos próximas ediciones de la Champions League por el incumplimiento del Fair Play Financiero y por inflar contratos publicitarios procedentes de Qatar.