Supercopa Endesa: Real Madrid - Unicaja

El supercampeón de siempre

Campazzo (19 puntos) y Hezonja (17) guían al Madrid a su sexta Supercopa consecutiva

Así hemos vivido la final de la Supercopa Endesa entre Real Madrid y Unicaja

Real Madrid, Supercopa
Musa machaca en la final de la Supercopa. (ACB)

El Real Madrid ya se ha echado al zurrón el primer título de la temporada. Cumpliendo con la tradición en la Supercopa Endesa, ha conquistado el título por sexto año consecutivo después de imponerse al Unicaja en el Palacio de los Deportes de Murcia (81-88). Inicio inmejorable para el segundo proyecto de Chus Mateo tras una final que tuvo como hombres más destacados a Facundo Campazzo (19 puntos) y Mario Hezonja (17).

El vigente campeón de Europa ha demostrado durante este fin de semana que lo tiene todo en su mano para completar otra gran temporada. Una plantilla temible que ha mejorado con el hijo pródigo Facundo Campazzo, igual de entonado que en su primera época en el club, y una clara idea de juego que sigue pasando por el dominio de Tavares por dentro y la anotación repartida por fuera, donde hay para elegir con tanto talento, a pesar de la baja de Gaby Deck en esta final.

Por su parte, el Unicaja fue un digno rival que llegó a remontar una desventaja de 13 puntos, pero acabó acusando sus bajas en el juego interior y deberá seguir esperando para lograr este título: tres derrotas en tres finales.

El duelo entre los vigentes ganadores de la Euroliga y la Copa del Rey, respectivamente, estuvo picante de inicio por a puntería de Kendrick Perry, que embocó tres triples. Musa igualó la puntuación del estadounidense y si el Madrid no acabó el primer cuarto con una ventaja mayor (21-24) fue por su mala puntería desde el tiro libre (2/9).

En el segundo cuarto lo enmendó cargando las tintas por dentro, donde era netamente superior al Unicaja (+18 en puntos en la pintura al descanso). Encima Campazzo y Musa le metían ritmo al partido y achicharraban por momentos al equipo andaluz, impotente para frenar a tanto jugador inspirado. La ventaja fue creciendo hasta una máxima de +13 al descanso (31-44).

Unicaja resurge y Campazzo remata

El Madrid llegó a los vestuarios pensando que la faena estaba ya resuelta. Error gordo. Su rival salió a la segunda mitad mucho más entonado a pesar de la enorme distancia que le separaba del título y se lo creyó de la mano de un veterano curtido en mil guerras, Will Thomas. El estadounidense aportó 10 puntos en este parcial y comandó el parcial de 21-5 con el que los andaluces voltearon la final en un visto y no visto (56-54) .

Eran los peores minutos del Madrid, embarrado en ataques erráticos y continuas pérdidas. Solo Tavares y Hezonja encontraban caminos al aro. Una reacción le permitía recuperar la iniciativa en el marcado antes del cuarto definitivo (56-61), pero el Unicaja no había remado tanto para darse por vencido y la polivalencia de Osetkowski volvía a ponerle por delante con menos de siete minutos por disputar (69-66).

Y entonces el Madrid dijo hasta aquí hemos llegado. En apenas tres minutos firmó un parcial de 11-0 que finiquitó el intercambio de golpes en el que se había convertido la final (69-77). Un derechazo directo a la mandíbula del Unicaja, que una vez más intentó levantarse de la lona con Thomas, un jovenzuelo de 37 años, corriendo el contraataque dentro ya del antepenúltimo minuto de la final (73-77).

Pero el Unicaja ya nunca volvió a estar tan cerca en el marcador. Campazzo se apropió de la pelota y le dio la última capa de pintura blanca a la décima Supercopa en la historia del club, el más laureado también en esta competición. Un matazo de Poirier puso la puntilla y el Madrid sigue siendo el supercampeón del baloncesto español. Próximo objetivo, la Liga Endesa que arrancará el próximo fin de semana contra el Basket Zaragoza.

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