El Real Madrid tropezó incomprensiblemente contra el Río Breogán, anfitrión del Torneo EncestaRías en Pontevedra, y se quedará sin test de altura ante el Valencia Basket este sábado. En lugar de la final, jugará el partido por el tercer o cuarto puesto frente al Baskonia en su último amistoso de la pretemporada antes de la Supercopa de España del próximo fin de semana. El equipo gallego aprovechó una desconexión total de los de Sergio Scariolo en el último cuarto tras ir ganando de 19 puntos en el tercero para llevarles a la prórroga.
En la prolongación, los nervios se apoderaron de un Real Madrid que decidió mal en todas las acciones a cara o cruz, brindando una imagen realmente mala a una semana de jugarse el primer título de la temporada en el Martín Carpena de Málaga. Scariolo patinó en su segundo amistoso al frente del equipo, en el que hizo debutar a Trey Lyles y Gabriele Procida, dos de los seis fichajes que ha realizado el club este verano para fortalecer las carencias de la plantilla que hereda de Chus Mateo.
Como decimos, este sábado a las 18:00 el Real Madrid tendrá otro test de pretemporada contra el Baskonia, el último previo a la semifinal de Supercopa frente a La Laguna Tenerife. El conjunto blanco se desinfló por completo en el último cuarto ante el decimotercer clasificado de la anterior ACB y Scariolo se jugó el partido en la prórroga con un quinteto con aroma a titular.
Era el formado por Facundo Campazzo, Andrés Feliz, David Krämer, Usman Garuba y Chuma Okeke, pero la expulsión del estadounidense, sensación de la pretemporada blanca generó la entrada de Procida para unos últimos segundos en los que Keandre Cook castigó a los de Scariolo desde el tiro libre para darle la victoria al Río Breogán (83-78) en un torneo que organiza y que cada año adquiere más prestigio. En su décima edición, se jugará el trofeo con el subcampeón de la pasada Liga Endesa (sábado a las 20:30).
Lyles destaca en su debut
El canadiense, recién llegado de la NBA, fue el máximo anotador junto a Okeke, ambos con 14 puntos. El Real Madrid impuso un ritmo alto de juego de inicio. Una salida contundente, combinando defensas agresivas y ataques elaborados con buenos porcentajes de tiro, propiciaron un 13-1 de parcial a su favor en cuatro minutos.
Pero el Río Breogán reaccionó a base de triples. Brankovic y Aranitovic, por partida doble, impidieron que el Real Madrid rompiera el encuentro a las primeras de cambio. Sergio Llull, con 8 puntos, lideró la anotación visitante en el primer cuarto, donde Scariolo utilizó a los 12 jugadores, incluidos Procida y Lyles (16-21).
El segundo arreón blanco fue en el tramo final de la primera parte. El partido entró en una fase de menos acierto durante buena parte del segundo cuarto. Ninguno de los dos equipos lograba su objetivo. Ni el Real Madrid distanciarse, ni el Río Breogán alcanzarle. Los gallegos se acercaron a 5 puntos con el 27-32 en el 18′. Sin embargo, el conjunto de Scariolo, con Feliz, Procida y Lyles, sumó un parcial de 9 a 2 en esos dos minutos restantes, para irse al descanso 12 arriba (29-41).
Fue a la vuelta de vestuarios cuando el Real Madrid pareció por fin despegar. Subió el nivel en defensa, cerrando el rebote defensivo, y corrió. Con Campazzo en la dirección, Lyles exhibiendo sus fundamentos (8 puntos en este periodo) y Walter Tavares dominando las cercanías del aro, los nuestros alcanzaron en varias ocasiones del tercer cuarto los 19 puntos de ventaja. Pero los locales no bajaron los brazos y continuaron compitiendo.
Desplome total del Real Madrid
Entre el final del tercer cuarto y el último, los gallegos fueron recortando diferencias. El Real Madrid atravesó un bache y el Río Breogán lo aprovechó para igualar el encuentro a 67 a falta de un minuto. Dos tiros libres de Sergi García ponían dos arriba a los blancos, pero Cook empató a 69. Feliz no acertó en la última posesión y el partido se fue a la prórroga.
La igualdad persistió en el tiempo extra. El conjunto gallego cogió una renta de 4 puntos, los madridistas respondieron con triples de Campazzo y Okeke para el 74-77. En el último minuto, los de Casimiro estuvieron mejor en ataque y, con un 9-1, ganaron el encuentro.