El Palau Blaugrana acoge este viernes el primer capítulo de la final de la Liga Endesa entre el Barcelona y el Real Madrid (21.00 horas). El cartel clásico, el mismo que se ha repetido en nueve de las últimas once finales del campeonato nacional, sazonado con un puñado de ingredientes muy interesantes: el doblete a la vista para los blancos, la posible sequía que acecha a los azulgrana y, como guinda de última hora, la bomba Mirotic que acaba de explotar en el Barça.
28 días después de verse las caras en las semifinales de la Euroliga, los caminos de ambos equipos vuelven a cruzarse. Bien sabido es lo que ocurrió en Kaunas: el Madrid remontó, repitió guión ante el Olympiacos en la final y levantó su undécima Copa de Europa. El torneo consolidó a Chus Mateo como piloto de la nave blanca y dejó graves secuelas en su rival. Joan Laporta había encontrado su coartada para justificar el severo recorte que el Barça va a aplicar en su equipo de baloncesto.
De aquellos polvos estos lodos. Mirotic, el jugador mejor pagado del continente, abandonará este verano el Barça sabiendo que ha fracasado en su misión principal de conquistar la Euroliga. Antes de cerrar su etapa como culé, intentará abstraerse del ruido -este jueves tuvo que borrarse de la presentación de la final- para despedirse con un título. Contará con el factor cancha a favor y con las ganas de reivindicarse tras su tétrica actuación en el Clásico de la Final Four (0/7 en triple y -2 de valoración).
El dedo de Causeur
Si el Barça está cubierto de nubes, el cielo no puede lucir más despejado ahora mismo para el Real Madrid. Desde el lamentable partido de la tángana contra el Partizan de Belgrado, que lo dejó al borde de la eliminación europea, se ha convertido en un rodillo casi imparable, sumando 15 victorias de 16 posible y levantado la Euroliga por el camino.
Tan solo el Joventut pudo meterle mano en la apertura de semifinales, pero el Madrid contestó a lo grandes, encadenando tres triunfos incontestables que le permitirán defender el título del año pasado, aquella final de cuatro capítulos que acabó con el gesto de Causeur rebanándose el cuello. Gaby Deck y Cory Higgins, de baja hasta la próxima temporada, serán los únicos ausentes de esta final que repite formato al mejor de cinco.