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ATP 500 Tokio

Susto de Alcaraz en Tokio: se tuerce el tobillo en el partido contra Báez y está a punto de abandonar

Carlos Alcaraz se lesiona el tobillo en su debut en Tokio contra Sebastián Baez pero pudo continuar jugando

El español se fue al suelo muy dolorido y le tuvieron que realizar un vendaje aparatoso en su tobillo izquierdo

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Carlos Alcaraz ha dado el susto en el partido contra Sebastián Báez, con el que debutaba en el ATP 500 de Tokio. El murciano se torció el tobillo en el quinto juego del partido y se fue al suelo. Se quedó muy dolorido, dando la sensación de que no podía continuar. Sin embargo, fue atendido por los fisioterapeutas del torneo, le vendaron la zona dañada y continuó jugando.

Al comienzo del quinto juego del partido, con 2-2 en el marcador y con Báez sacando, Alcaraz sufrió una torcedura de tobillo que estuvo a punto de lesionarle. El murciano se fue al suelo muy dolorido, dando la sensación de que podía tener una lesión muscular, por cómo se había producido la acción. Consiguieron que se levantara y le llevaron hacia su banquillo.

Allí fue atendido y le realizaron un vendaje que le inmovilizó el tobillo. Se estuvo probando y regresó a la pista para continuar jugando con aparente normalidad. El tenista sufría al servicio de un Báez que aprovechaba para desplazarle de lado a lado de la pista siempre que podía, pero resistía.

Había comenzado de la mejor manera posible el partido para el número 1 del mundo, que se estrenaba en este ATP 500 de Tokio. Rompió el saque del argentino en el primer juego del partido, aunque a partir de ahí se le empezó a notar que no estaba totalmente cómodo sobre la pista. Sufrió para certificar el break, pero lo consiguió, aunque luego llegaron dos juegos seguidos de Báez, rompiéndole el servicio en blanco.

Fue entonces cuando llegó el susto. Sacaba Báez y, en el segundo punto del juego, fue cuando Alcaraz se torció el tobillo. Primero, la pierna derecha le hizo un gesto extraño, luego se giró y la extendió sin problemas para restar y ahí fue cuando el otro pie, el izquierdo, se le torció. Intentó correr para llegar a la dejada del argentino, pero ahí se dio cuenta de que no podía.

Alcaraz se fue al suelo. Se llevó las manos a la cara, en unas claras muestras de dolor, que hicieron saltar todas las alarmas. Sin embargo, del susto inicial, se pasó a la calma. Le acompañaron al banquillo y allí se quitó la zapatilla. Lo que parecía que podía haber sido una lesión muscular quedó en una torcedura de tobillo, le vendaron y regresó minutos después a la pista para continuar jugando como si nada hubiera pasado.