Deportes
Los jugadores, del avión a la cama 10 horas

La siesta Mundial

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Real Madrid se dejó el alma por conseguir su segundo Mundial de Clubes ante el Kashima Antlers. 120 minutos de máxima intensidad para campeonar en el estadio internacional de Yokohama y tras la tensión del choque un vuelo de más de nueve horas de regreso a España, donde los blancos apenas pudieron pegar ojo. «Lo intentaron, pero era imposible dormir con los nervios posteriores al encuentro», afirman desde el entorno.

El club blanco vivió el lunes un día de tranquilidad completamente atípico en una institución de este rango y más tras la consecución de un título. «Ni un jugador dio señales de vida. Estuvieron todo el día durmiendo y recuperándose del jet-lag», comentan fuentes del club, que alucinaron con la tranquilidad con la que pasó la jornada.

Los jugadores del Real Madrid sufrieron el jet-lag en sus carnes horas antes de comenzar su vacaciones navideñas y durmieron una siesta interminable durante el día. Ninguno llamó al club, como suele, para consultar algún asunto de alimentación, de recuperación o de agenda. «No sonó ningún teléfono en el club. Fue uno de los días más raros que se recuerdan», destacan.

Las estrellas madridista soñaron con la Copa Mundial lograda en Yokohama como demuestra esta total desconexión con el mundo. Los jugadores blancos vivieron una semana intensa en Japón que se coronó con la triple corona internacional –Champions, Supercopa y Mundial– por segunda vez en la historia. El Madrid tocó el cielo en tierra niponas.