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Messi y Luis Suárez muerden por la Liga (5-0)

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barcelona salió con las ideas claras y un único objetivo: superar al Espanyol por aplastamiento. Los pericos pronto se dieron cuenta de que su presión alta era como poco temeraria y decidieron esperar en tres cuartos en busca de una contra. Los chicos de Galca no escatimaron en agresividad para detener las acometidas de un Barça enchufadísimo en los primeros minutos. En este escenario, las ocasiones caían una detrás de otra, al igual que las faltas peligrosas.

En el minuto ocho, una infracción sobre Leo Messi originó el primer tanto. Desde la frontal del área, en una posición bastante centrada, el Balón de Oro sacó su guante para colocar el balón en la escuadra defendida por un Pau López que colaboró con una barrera puesta de una manera peculiar. El argentino dio una rosca endiablada que despertó admiración y vítores en el Camp Nou.

Con el Espanyol grogui, el Barcelona pudo cerrar su faena en la primera mitad. Dos minutos después del primer gol, el asistente de Gil Manzano señaló fuera de juego dudoso a un remate de Rakitic que hubiese supuesto el 2-0. El croata estaba colocado en boca de gol tras un rechace de Pau a disparo de Messi.

La posición de Rakitic en el gol anulado al Barcelona.

El Barcelona continuó arrinconando al Espanyol hasta casi la media hora de partido. Incluso Neymar parecía volver a su nivel de principios de año con rabonas y remates muy peligrosos. Sin embargo, a los locales se les comenzó a apagar la luz conforme los visitantes robaban la posesión de balón y consiguientemente aire.

Piqué tuvo que ejercer de muro en un remate de Víctor Álvarez, mientras que Ter Stegen demostraba buenos reflejos ante los remates de Caicedo. En apenas unos minutos, el partido había cambiado de cara, en parte gracias a la gran agresividad mostrada por los visitantes. Su intensidad en los balones divididos y sus ganas de hacer sufrir al eterno rival llevaron a los culés con más dudas que certezas al túnel de vestuarios.

El Barcelona se ceba con el Espanyol

La reacción del Barcelona no se hizo esperar en la segunda mitad. La asfixiante presión de los de Luis Enrique dio sus frutos tras una pérdida absurda en la salida de balón de Diop que recuperó Alves. El brasileño se la dio a Messi en la frontal y éste dejó sólo a Luis Suárez contra Pau para que el uruguayo definiese por el palo corto y diese un paso casi definitivo para certificar su condición de máximo goleador de la Liga.

Messi comenzó a desatarse como generador de ocasiones en tres cuartos de cancha, mientras que Luis Suárez empezó a campar a sus anchas en todos los sentidos. El delantero se quitó de encima la marca de Javi López, como ya hiciera hace algunas jornadas en La Coruña, en un córner con un empujón para sentenciar definitivamente el derbi con un cabezazo certero.

El Espanyol, por si fuera poco, colaboró en la fiesta del público azulgrana con un tremendo error de Pau López. Al portero se le escurrió un balón manso rechazado por su defensa y éste cayó en los pies de un Rafinha que tocaba su primer balón y que acababa en otro gol.

El Barcelona siguió como ajustando cuentas con el rival de la Ciudad Condal con un quinto gol que nació de otra recuperación en las inmediaciones del área del Espanyol. Alves –qué partido el suyo– recuperó y se la puso en bandeja a un Suárez que le regaló el gol a Neymar, claramente el menos enchufado de la MSN.

El Barcelona suma un triunfo más y recupera su versión más certera ante un Espanyol que tuvo mucha intención, pero escaso acierto. Los de Luis Enrique se encuentran a un sólo triunfo de conseguir una Liga que tenían ganada hace dos meses y que ahora vuelven a rozar con la yema de los dedos.