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El tenista español competirá de forma consecutiva en Acapulco, Indian Wells y Miami

El maratón de Nadal comienza en Acapulco

Rafael Nadal reaparece en el torneo de Acapulco después de un mes sin competir. La final en el Open de Australia, en la que el número dos del mundo cayó derrotado de manera inapelable ante Djokovic, necesitaba de un punto y seguido para continuar en plenas condiciones con un tramo del calendario en el que Rafa podría no parar de competir durante 32 días frenéticos que se ponen en marcha en México.

Acapulco era una parada casi obligatoria para Nadal, que en 2018 tuvo que bajarse del cuadro a última hora por los problemas físicos que le obligaron a abandonar en Australia. Rafa prometió que regresaría para tratar de imponerse en un torneo en el que ya llegó a la final en 2017 –cayó con Querrey–, y se proclamó vencedor en otras dos ediciones, 2005 y 2013, cuando aún se disputaba sobre tierra batida.

El debut del manacorense se producirá en la madrugada del martes al miércoles, en torno a las 3:00 hora española, frente a Mischa Zverev, un tenista que sube muchos enteros cuando juega en pistas rápidas como la del abierto mexicano. Rafa no podrá adquirir demasiado ritmo ante un amante de las voleas como el alemán, pero sí reencontrarse con las sensaciones en un torneo oficial, algo indispensable de cara a obtener buenos resultados en los grandes objetivos de la gira americana del balear.

Rafa, después de disputar el ATP 500 de Acapulco, participará de forma consecutiva los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, en los que será uno de los grandes candidatos al triunfo final. En México Nadal tendrá que luchar entre otros con Alexander Zverev o John Isner, pero en las semanas venideras podría enfrentarse, entre otros, a Novak Djokovic, en un duelo más que esperado después de lo sucedido en Melbourne.

El torneo de Acapulco se tomará como una preparación por parte de Nadal, pero ni mucho menos hay que descartarle para el triunfo final. Rafa saldrá a por todas en cada partido, y su estado físico cada vez va a más, pero el hecho de encontrarse con dos torneos de 12 días de forma consecutiva tras el abierto de México hará que la cautela gobierne en el entorno del número dos del mundo, que durante un mes deberá ir partido a partido para sumar los mayores puntos posibles en un tramo en el que se ausentó por lesión en 2018.