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Su legado en la Fórmula 1 ya es infinito

La gran obra de Verstappen

El holandés levantó este fin de semana su cuarto título como piloto

Todos los ha logrado de forma consecutiva, pero este último cobra un bagaje mayor

Max no tuvo el mejor coche, ni tampoco el mejor ambiente alrededor de él, pero más que nunca se dedicó a hacer un alarde de la esencia de este deporte en todas las carreras

El Mundial de Fórmula 1 2024 lleva el nombre de Max Verstappen para la posteridad y el legado del holandés en este deporte ya es infinito. Primero de todo por el hecho de ser tetracampeón del mundo, algo que hasta la fecha sólo podían decir cinco pilotos legendarios: Michael Schumacher, Lewis Hamilton, Juan Manuel Fangio, Alain Prost y Sebastian Vettel. Pero también por la dificultad del título conseguido este fin de semana en el Gran Premio de Las Vegas, el más meritorio de los cuatro que ha cosechado de forma consecutiva en los años 2021, 2022, 2023 y 2024.

Verstappen no tuvo el mejor coche, no tuvo ni de lejos un escudero como compañero ni tampoco le rodeó el mejor ambiente posible, pero el holandés más que nunca se centró esta temporada en hacer un alarde de pilotaje carrera tras carrera firmando actuaciones ya míticas en la F1 como su victoria en Brasil. El neerlandés convirtió en buenos todos y cada uno de los ocho triunfos logrados en el campeonato, muy lejanos a los 20 que cosechó el curso pasado, para volver a levantar el trofeo de la máxima categoría del deporte de motor.

El año empezó de lo más torcido para Red Bull, una escudería en clara fuga de talentos que tuvo un incendio mayúsculo con la acusación de una empleada al jefe de equipo, Christian Horner, por comportamientos inapropiados. La involucración de su padre, Jos Verstappen, en todo este escabroso asunto salpicó inevitablemente a Max quien, como decimos, sólo se dedicó a conducir como lo que ahora mismo es, el mejor piloto del mundo y casi del último lustro.

Si la situación extradeportiva era para replantearse de veras una huida de Red Bull, lo que sucedió sobre el asfalto en las cinco primeras citas, ganando cuatro de ellas, se parecía mucho a la machada del año pasado. Nada más lejos de la realidad. Lando Norris emergió como rival en Miami, donde McLaren se consagró con el mejor monoplaza que hubo en la parrilla hasta bien entrado el Mundial, cuando se toparon con la irrupción de Ferrari, equipo contra el que competirá por el título de constructores en Qatar y Abu Dabi. No lo hará con la escudería austriaca, ya alejado de esa batalla por el lamentable papel de Checo Pérez a lo largo de todo el curso.

Verstappen desmonta cualquier mito

Cabe recordar en un día tan especial para el holandés que estuvo diez carreras sin saborear la victoria, desde Montmeló hasta Interlagos, pero Verstappen nunca se rindió, nunca se desenganchó. Todo lo contrario. Fue en esa travesía por el desierto donde se confirmó como un piloto capaz de adaptarse y rascar resultados en todo tipo de situaciones y sólo la FIA pudo impedirle algún que otro podio por una cruzada incomprensible contra el más talentoso participante de su circo.

Atrás quedó ese mito del Verstappen que se paseaba carrera tras carrera desde la comodidad que otorga el mejor coche y la primera posición en la parrilla de salida. En definitiva, el 2024 del holandés le hace pasar a otro prisma en el mundo del deporte, en el que ya tiene su lugar en la élite como uno de los mejores pilotos de F1 de la historia.