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Copa Mundial femenina de Fútbol

España baja de la nube

La contundente derrota de España ante Japón baja a la selección de la nube en la que se había instalado en Nueva Zelanda. Las goleadas ante Zambia y Costa Rica habían disparado las expectativas del equipo, que se había posicionado como la clara favorita para levantar el próximo 20 de agosto el título. Sin embargo, las niponas han mostrado sus carencias, aplicando un serio correctivo que evidencia que deben mejorar, y mucho, si realmente quieren aspirar a ganar el Mundial.

España había cubierto con goles las carencias de su fútbol, que han sido claras en varios momentos. Gracias a su solidez atrás y al acierto de cara a puerta, la selección había conseguido colocarse como una de las grandes candidatas a llevarse el triunfo. Clasificadas para octavos por la vía rápida, con un punto servía para entrar en la siguiente fase como primeras de grupo. Pero ante Japón, el guion estuvo lejos de ser el esperado.

Las buenas sensaciones que habían demostrado durante varias fases de los partidos anteriores, desaparecieron por completo. Las de Jorge Vilda se perdieron ante la presión intensa de las asiáticas y no fueron capaces de detectarlas a su espalda, donde hicieron un daño tremendo y mostraron plena efectividad.

España acabó hundida en un mar de dudas, donde las prisas por tratar de darle la vuelta al partido se convirtieron en más imprecisiones. Apenas podían dar tres pases seguidos sin que una pierna japonesa apareciera para rebañar el balón. Algo a lo que se sumó la falta de cambios desde el banquillo. Vilda se limitó a introducir pieza por pieza, a pesar de que el esquema no le había funcionado en ningún momento del partido.

El seleccionador fue el primero en hacer autocrítica, echándose él la culpa de lo sucedido. «Si hay un responsable soy yo», señaló nada más acabar el partido, consciente de que no había sabido leer el partido planteado por su homólogo en el banquillo japonés, Futoshi Ikeda.

Cambio de chip

La derrota ante Japón obliga a España a cambiar el chip de cara a los octavos de final. Allí estará una correosa Suiza, que ha demostrado ser muy fuerte atrás, sin conceder un gol en los tres primeros encuentros. La selección está obligada a dar un plus si quiere aspirar a hacer algo importante en este Mundial y jugadoras como Alexia Putellas o Aitana Bonmatí, que no han comenzado bien el campeonato, deben ser quienes lideren ese paso al frente.

Las dos futbolistas están consideradas como dos de las mejores del mundo. La primera ha sido doble ganadora del Balón de Oro, mientras que su compañera en el Barcelona es candidata a sucederla si España consigue llegar lejos en el Mundial. De su capacidad para revertir la situación dependen buena parte de las opciones de España en Australia y Nueva Zelanda, donde a partir de ahora, los errores se pueden pagar con un regreso a casa antes de lo esperado.