Doncic desatasca al líder (94-89)

Todo apuntaba que iba ser un partido plácido. Lo normal era pensar que el duelo difícil de la semana se disputó en Alemania y tras ganar para lograr el liderato de la Euroliga lo que tocaba ante el Emporio Armani Milán era disfrutar y seguir con esta velocidad de crucero que le está llevando a mandar en una competición europea tremendamente complicada. Pero cuando ambos quintetos saltaron al parqué del WiZink Center de Madrid el guión no fue tal y como estaba previsto.

La escuadra italiana ya no era esa que había perdido 10 partidos consecutivos, más bien se parecía a la que había vapuleado hace unos días al Olympiacos. Mientras, los de Pablo Laso salieron fríos y sólo Llull con un gran triple comenzó a meterles en el partido. Aunque no era suficiente. Los blancos no se sentían cómodos y el público no terminaba de engancharse. Así fueron transcurriendo los minutos, donde quedó claro que Milán no es una roca defendiendo, pero sí es capaz de hacer daño en ataque, sobre todo cuando no se le defiende, como estuvo haciendo el Real Madrid durante los dos primeros cuartos, donde recibió 49 puntos.

Los blancos se fueron con ventaja en el primer cuarto, aunque la sangría llegó en los segundos 10 minutos de partido. En este periodo el Real Madrid renunció en defensa y encajó 31 puntos. Por suerte para los intereses madridistas anotaron 24 que le sirvieron para irse al descanso sólo tres puntos a bajo. Aunque la preocupación era latente. El Madrid se había visto sorprendido y, sobre todo, superado.

Con Doncic es más fácil

Tras el paso por vestuarios la idea de los madridistas era comenzar a ganar desde la defensa. En ataque, Llull seguía tirando del carro. Pero el Madrid no era capaz de abrir brecha ante un Milán que se negaba a renunciar al partido. El duelo se complicaba un poquito más para los intereses madridistas cuando Jonas Maciulis cometía su quinta falta y dejaba de ser de la partido con 12 minutos por delante. Finalmente, tras haberse disputado 30 minutos de partido, el Milán seguía dando la sorpresa y se iba al último cuarto superando por cuatro puntos al Madrid. Tenían que mejorar los blancos en el último minuto si quería llevarse el triunfo.

Laso tenía la solución para comenzar una remontada vital: Andrés Nocioni. El argentino aparecía en escena y el partido se empezó a teñir de blanco. Por dentro Othello Hunter era letal y por fuera Llull y el chico de oro, Luka Doncic, vacunaban a los italianos. Y por si todavía faltaba algo, una decisión arbitral que terminó con técnica para el de Mahón terminó de encender a un Palacio, que empezó a jugar.

Los madridistas fueron remando poco a poco. La defensa se empezaba a endurecer y el Madrid se fue acercando hasta que un triple de Llull, suena reiterativo pero es que siempre lo hace él, ponía por delante a los blancos. 81-79 con cuatro minutos por jugarse. El Palacio estallaba y todo apuntaba a que el Real Madrid iba a poner una marcha más para finiquitar la contienda, pero una vez más el Milán se agarró al encuentro para llegar con el marcado empatado a falta de dos minutos para la conclusión.

Por delante teníamos un mini partido donde Llull golpeó primero. Cada canasta era vida y cada fallo un drama. Las espadas estaban en todo lo alto y el que tuviese los nervios más templados se llevaría la contienda. Y entonces el muro blanco emergió para evitar la canasta italiana y anotar con mucha dosis de fortuna dos puntos que metía cuatro puntos de diferencia. Armani contraatacaba, pero el Madrid volvía a defender y Doncic hizo magia. El esloveno corrió y reventó el aro para cerrar un choque tremendamente trabajado que terminó con un vibrante 94-89.

Con este triunfo los blancos se mantienen líderes de la Euroliga. Ahora, tendrán una merecida semana de vacaciones, ya que este fin de semana le toca descansar el la Liga Endesa. Los chicos de Laso volverán a jugar el próximo viernes en el Buesa Arena ante el Baskonia.