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Renovación del CTA

Crónica de la muerte anunciada de Medina Cantalejo: despedido por la espalda y «de malas maneras»

El despido de Medina Cantalejo como presidente del CTA se produjo el jueves pero no se lo comunicaron presencialmente

El ya ex mandatario del colectivo se encontraba en Sevilla y le cesaron "de muy malas maneras"

Los escándalos de Medina Cantalejo que han llevado a la Federación a despedirle

El fin de Luis Medina Cantalejo en la presidencia del Comité Técnico de Árbitros (CTA) era un secreto a voces desde hace meses. Faltaba saber cuándo se produciría. La forma en la que la Federación decidió acabar con la cúpula arbitral de nuestro fútbol se produjo el jueves por la mañana. Ese mismo día se decidió comunicar a todos el despido. En el caso del ya ex presidente fue «de muy malas maneras» y tras una reunión en la que no estaba presente.

Después de un encuentro en la Ciudad del Fútbol, llegaron los ceses y el comunicado oficial de la renovación de la directiva del CTA. Pero al mandamás arbitral nadie le comunicó su cese en la sede del comité que presidía. De hecho, Medina Cantalejo no estaba en Las Rozas. Ni siquiera en Madrid. Se encontraba en Sevilla, su ciudad natal, en el momento en el que recibió la noticia.

La decisión se tomó a sus espaldas. Todo apuntaba a que su despido se produciría esta semana, después de la reunión en la que se abordaría la reforma del sistema arbitral. En ella, como era de esperar, no estaba citado el hasta entonces presidente de los árbitros. Y tampoco se le comunicó presencialmente que la decisión tomada era poner fin a su etapa al frente del CTA.

A lo largo de estos últimos años, en los que el andaluz ha estado liderando al estamento arbitral, su fuerte carácter se ha hecho notar en sus contadas comparecencias. De ahí que la relación con la RFEF no haya acabado de la mejor de las maneras. Considera que su cese se ha producido por la espalda, a pesar de que sus pupilos en los últimos tres años y medio le arroparon hace apenas unos días ante Louzán.

Caen Medina Cantalejo y su cúpula

De nada le ha servido contar con la confianza de los árbitros a los que dirigía. En la reestructuración que están llevando a cabo a tres bandas la Federación, la Liga y los propios clubes no cabe la continuidad de la cúpula del colectivo arbitral. El desgaste es evidente, debido a los sucesivos escándalos y al considerable descrédito por las polémicas actuaciones. Por ello, no sólo se le ha destituido a él, sino al responsable del VAR, Clos Gómez; al adjunto a la presidencia, Rubinos Pérez; y Lizondo Cortés, Lesma López y González Vázquez, que eran los tres vicepresidentes.

A estos últimos sí que se les ha notificado en persona el cese de sus funciones. No como a Medina Cantalejo, que se encontraba en Sevilla. De esta forma, cae la cúpula de herederos de la época de Negreira. Después de que llegara Rubiales a la presidencia de la RFEF en 2018, se les ascendió a todos ellos, una vez que Sánchez Arminio, Enríquez Negreira y los suyos fuesen destituidos. Primero, Velasco Carballo fue nombrado presidente, relevado por el sevillano en 2021 al marcharse a la UEFA.

Estos últimos años, marcados por la pérdida de confianza de todos los actores del mundo del fútbol, incluyendo a FIFA y clubes, han llegado a su fin. Desde la llegada de Louzán en diciembre, su cargo ha estado pendiendo de un hilo, que finalmente se ha roto. La reforma arbitral será integral y, para ello, se ha decidido echar a todos los altos cargos del Comité. Unos cambios que, por otro lado, eran más que necesarios.