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El truco viral para dejar las rejillas del horno como el primer día casi sin frotar: en minutos

Rejillas del horno
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Limpiar las rejillas del horno es una de esas tareas que todos tratamos de posponer lo máximo posible. Si alguna vez has intentado limpiar el horno, sabrás que las rejillas son, de lejos, lo más complicado. Entre la grasa pegada, los restos de comida y el tiempo que lleva frotar, puede parecer una misión imposible. Lo peor es que, aunque pases horas fregando, siempre quedan restos de suciedad o manchas difíciles de quitar.

Pero, ¿y si te dijera que hay un truco viral que está circulando por Internet que te permite dejar las rejillas del horno como nuevas sin tener que frotar durante horas? Este truco es rápido, sencillo y, lo mejor de todo, no requiere de productos caros ni complicados. Con sólo algunos ingredientes básicos que probablemente ya tienes en casa, puedes hacer que tus rejillas brillen de nuevo en minutos.

El truco viral para limpiar las rejillas del horno de forma fácil y efectiva

Hay un truco viral que está arrasando en Internet y promete transformar la limpieza de tus rejillas de horno. No, no es magia, es sólo la combinación de dos ingredientes muy fáciles de conseguir: bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Estos dos ingredientes, que seguramente ya tienes en casa, se combinan para crear una solución natural y efectiva que hace maravillas. Sólo tienes que dejar actuar la mezcla durante unos minutos y, cuando empieces a frotar, verás cómo la grasa y los residuos se desprenden casi por sí solos.

El bicarbonato de sodio es increíblemente versátil y tiene propiedades abrasivas suaves que ayudan a eliminar manchas difíciles sin dañar las superficies. El vinagre blanco, por su parte, es un limpiador natural que tiene propiedades antisépticas y ayuda a disolver la grasa y otros residuos. La combinación de ambos hace que este truco sea tan eficaz, pero también muy fácil de realizar.

  1. En primer lugar, debes retirar las rejillas del horno. Asegúrate de que el horno esté apagado y completamente frío antes de hacerlo. Si las rejillas están muy sucias, lo ideal es sumergirlas en agua caliente durante unos minutos para que la suciedad se afloje un poco.
  2. Coloca las rejillas en una superficie plana, como el fregadero o en la mesa de la cocina. Luego, espolvorea una capa generosa de bicarbonato de sodio sobre las rejillas, cubriendo todas las áreas sucias. Si tienes zonas con mucha grasa acumulada o manchas difíciles, asegúrate de poner un poco más en esas zonas específicas. El bicarbonato de sodio ayudará a aflojar la suciedad sin rayar las rejillas.
  3. Con el bicarbonato esparcido por toda la rejilla, rocía vinagre blanco sobre la superficie. Vas a ver cómo empieza a hacer espuma, lo cual es una buena señal. Esa efervescencia es el vinagre reaccionando con el bicarbonato de sodio, y es exactamente lo que necesitas para aflojar la grasa y los residuos pegados.
  4. Una vez que el vinagre ha reaccionado con el bicarbonato, deja que la mezcla actúe durante unos 10 o 15 minutos. Durante este tiempo, el bicarbonato y el vinagre estarán haciendo su magia, ablandando la suciedad y haciendo que la grasa se desintegre. No te preocupes si ves mucha espuma; es completamente normal y significa que los ingredientes están trabajando como se debe.
  5. Una vez transcurrido el tiempo, usa un trapo o una esponja suave para frotar las rejillas. La mayoría de la suciedad se despegará fácilmente. Si algunas manchas son más difíciles de quitar, no dudes en poner un poco más de bicarbonato o vinagre directamente sobre ellas y frotar de nuevo.
  6. Por último, enjuaga bien las rejillas con agua caliente para quitar cualquier residuo de bicarbonato o vinagre. Si es necesario, puedes usar un trapo seco para ayudar a secarlas más rápido. También puedes dejar las rejillas secando al aire.

A diferencia de otros métodos de limpieza que requieren productos químicos agresivos, este truco utiliza ingredientes naturales que son suaves tanto para las rejillas como para el medio ambiente. Además, el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco son ingredientes muy baratos, fáciles de encontrar y, lo más importante, hacen su trabajo perfectamente.

Si tus rejillas están extremadamente sucias o si notas que algunas manchas no desaparecen con una sola aplicación, puedes repetir el proceso y dejar actuar la mezcla durante más tiempo si es necesario. Si tienes un cepillo de cerdas suaves, también puedes usarlo para frotar las zonas más difíciles.

En definitiva, limpiar las rejillas del horno no tiene por qué ser una tarea complicada. Con este truco viral, puedes hacer que queden como nuevas sin necesidad de frotar durante horas ni gastar una fortuna en productos de limpieza. El bicarbonato de sodio y el vinagre blanco son dos ingredientes sencillos y efectivos que, combinados, pueden eliminar la grasa, la suciedad y los residuos más difíciles en pocos minutos. Así que no esperes más y pon en práctica este truco.

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