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Ni se te ocurra quitarle el moho y comértelo: duro aviso de los expertos con estos alimentos

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Si has comprado una pieza de fruta o de verdura y, al ir a comértela, observas que tiene una parte con moho, quizá creas que la mejor opción es quitarla con un cuchillo y comerte el resto. Pero, tal y como alertan los expertos, nada más lejos de la realidad. Se trata de un error muy común que puede poner en serio riesgo tu salud.

Las micotoxinas, sustancias indetectables a simple vista, son la razón detrás de este fenómeno. Aunque en la mayoría de los casos no generan consecuencias evidentes, salvo reacciones alérgicas, su acumulación con cada ingesta puede convertirse en un veneno silencioso en el organismo, dando lugar a intoxicaciones alimentarias, ya sea de forma leve o en casos más graves, dependiendo de la cantidad ingerida. Es fundamental no confiarse, ya que, a pesar de ser imperceptibles, estas sustancias representan un riesgo potencial para la salud a largo plazo.

¡Cuidado con el moho de los alimentos!

@miguelassal Te comes la parte sana de un alimento con moho? . #emergencias #urgencias #prevencion #seguridad #salvarvidas #rescate #salud ♬ sonido original – Miguel ASSAL

Evitar la aparición de moho en los alimentos es esencial, ya que, aunque comúnmente se hable de moho de manera general, existen varios tipos de hongos que afectan tanto a la dieta humana como a la de las mascotas. Estos hongos, presentes en alimentos como cereales, frutas desecadas, frutos secos, salsas, pan de molde y algunas especias, producen diferentes tipos de micotoxinas, siendo las Aspergillus, Penicillium y Fusarium las más comunes, cada una con efectos distintos.

El peligro radica en que el moho no siempre se puede percibir a simple vista, y su capacidad de transmisión es elevada, especialmente en condiciones de altas temperaturas. Cabe señalar que la Unión Europea cuenta con una legislación muy estricta en relación con los alimentos contaminados por micotoxinas. Si un producto supera los límites establecidos, es necesario destruir toda la producción.

Motivos por los que aparece

Para que el moho crezca en los alimentos, se requieren una serie de condiciones específicas, a pesar de que las esporas de distintos tipos de moho están presentes en todas partes, incluido el aire que respiras, tu piel y las superficies que te rodean. Aunque resulta difícil evitar estas esporas, el crecimiento del moho está condicionado por factores clave.

En primer lugar, el moho necesita humedad para proliferar, de manera que los alimentos más susceptibles son los que tienen un alto contenido en agua, como frutas, verduras y panes. Además, requiere oxígeno para su desarrollo, lo que hace que los alimentos expuestos al aire sean más propensos a su presencia, a diferencia de aquellos envasados al vacío que ofrecen una mayor protección. Cabe señalar que el moho también puede aparecer en alimentos envasados una vez abiertos.

Si observas moho en alimentos blandos, la norma general es desecharlos, ya que su alto contenido de humedad facilita el crecimiento del moho bajo la superficie, siendo difícil de detectar y permitiendo el desarrollo de bacterias. Incluso si el moho solo es visible en la superficie, sus raíces pueden penetrar profundamente en este tipo de alimentos.

El peligro de las micotoxinas

La contaminación por micotoxinas es una preocupación creciente en la industria agrícola, ya que se calcula que aproximadamente el 25% de los cultivos de cereales en todo el mundo están contaminados. Este problema se ve agravado por las sequías, ya que debilitan las plantas, volviéndolas más propensas a los daños causados por el moho.

El moho, al crecer en los alimentos, tiene el potencial de producir micotoxinas, sustancias químicas tóxicas que pueden causar enfermedades de carácter grave o incluso la muerte, dependiendo de la cantidad consumida, la duración de la exposición y el estado de salud. Los síntomas de toxicidad aguda incluyen trastornos gastrointestinales como vómitos, diarrea y daño hepático. A largo plazo, las micotoxinas pueden afectar la respuesta del sistema inmunitario .

Aunque el moho suele ser visible, las micotoxinas son invisibles, y estudios recientes sugieren que pueden estar cambiando a medida que el moho se adapta al cambio climático y a las prácticas higiénicas. Una de las micotoxinas más comunes y peligrosas es la aflatoxina, conocida por ser un carcinógeno capaz de causar la muerte en grandes cantidades ingeridas. La contaminación por aflatoxinas es más común en regiones cálidas y está vinculada a condiciones de sequía. Sorprendentemente, es muy estable, incluso a altas temperaturas, y puede sobrevivir al procesamiento de alimentos.

Cómo evitarlo

En la manipulación de alimentos en la cocina, es esencial cubrirlos con film protector en todo momento para evitar la contaminación por esporas del aire. Se debe mantener una estricta limpieza e higiene de utensilios, paños y superficies de cocina.

Asimismo, es fundamental utilizar envases cerrados o recipientes herméticos en la nevera para prevenir la propagación de esporas, así como respetar las temperaturas máximas de conservación indicadas en los alimentos.