Curiosidades
Limpieza

Ni se te ocurra lavar la ropa blanca de esta manera: puedes estropear el tejido y será demasiado tarde

Lavar la ropa blanca correctamente no depende solo del detergente elegido. Son muchos los factores que intervienen en el proceso y que, si no se tienen en cuenta, pueden acabar estropeando una prenda tras apenas unos lavados. El tipo de tela, el color del resto de prendas o la dureza del agua puede acelerar el deterioro de los tejidos y provocar manchas o amarilleos irreversibles.

Por eso, resulta fundamental conocer qué elementos deben cuidarse antes de pulsar el botón de inicio de la lavadora. Desde la clasificación de la ropa hasta la selección del ciclo adecuado, el tratamiento correcto de la ropa blanca no es una cuestión menor. El objetivo no es solo mantener el blanco original, sino también conservar la calidad de cada prenda el mayor tiempo posible.

Este es el error más común al lavar la ropa blanca: puedes estropearla para siempre

El error más común al lavar ropa blanca es meter todas las prendas blancas juntas sin comprobar las etiquetas, ya que no todas se lavan a la misma temperatura.

Recordemos siempre que la temperatura del agua influye directamente en el estado de las fibras. Aunque se piense que el agua caliente limpia mejor, también puede dañar el tejido y reducir su vida útil.

A continuación, cuáles son los distintos tipos de temperatura de lavado recomendados según tus necesidades:

¿Cuáles son los otros errores comunes al lavar la ropa blanca?

Lavar la ropa blanca sin separarla del resto de prendas es uno de los errores más frecuentes. Incluso colores claros pueden desteñir y afectar negativamente al blanco, provocando tonos grisáceos o amarillentos.

Por tanto, debe hacerse una separación clara entre ropa blanca, ropa de color y ropa negra. Además, como se mencionó previamente, no todas las prendas blancas requieren el mismo tratamiento.

Es fundamental consultar las etiquetas, donde se indican instrucciones específicas sobre la temperatura adecuada, el tipo de detergente y si se pueden usar productos como blanqueadores o suavizantes.

Por otra parte, sobrecargar la lavadora también es contraproducente. Una carga excesiva impide que las prendas se laven correctamente y dificulta la eliminación de residuos de detergente. Prendas más pesadas, como jerséis o vaqueros, deben tenerse en cuenta al calcular el volumen de la carga.

¿Cuáles son los productos adecuados para preservar el blanco en tus prendas?

No todos los detergentes son iguales. Usar productos no específicos para ropa blanca puede provocar que las fibras se deterioren y pierdan su color original. Es preferible optar por un detergente formulado especialmente para prendas blancas o utilizar jabones naturales sin químicos.

En el caso de manchas localizadas, conviene actuar de inmediato. Aplicar un quitamanchas suave antes de introducir la prenda en la lavadora evita que la suciedad se adhiera permanentemente.

También es recomendable evitar el uso excesivo de suavizantes químicos, que pueden dejar residuos en las fibras y contribuir al amarilleo. En su lugar, se pueden usar productos como el vinagre blanco, que suaviza las telas y no deja rastro.

A su vez, hay que evitar productos con cloro en prendas que contengan poliéster, ya que pueden reaccionar y dejar un tono amarillento difícil de eliminar.

Trucos caseros para mantener el blanco en tu ropa

Algunas alternativas naturales pueden complementar el lavado habitual:

Por último, cabe recordar que la forma de cuidar la ropa blanca no termina con el lavado. Almacenarla correctamente en espacios oscuros y frescos evita la decoloración. Las fundas transpirables son una buena opción para protegerlas del polvo y la luz solar directa.

Cuidado también con productos como desodorantes o colonias. El contacto directo con la tela puede dejar manchas permanentes, especialmente en zonas como las axilas de camisas o camisetas.