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Ni 3 días ni una semana: el tiempo exacto que aguanta fresca la sandía

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Con la llegada del verano, hay costumbres que se imponen con fuerza. Una de ellas es disfrutar de una rodaja de sandía bien fresca, ya sea frente al mar, en la piscina, o simplemente en casa. Esta fruta, por su alto contenido en agua y su sabor dulce y ligero, se ha convertido en un imprescindible de la época estival en muchos hogares. Pero aunque parece sencilla, la sandía conlleva una serie de dudas frecuentes, como cuánto tiempo dura en buen estado o cuál es la mejor forma de conservarla fresca.

Si se deja fuera de la nevera, se estropea rápidamente. Si se guarda mal, pierde sabor, textura y frescura. Y si se congela sin seguir una serie de pasos, se arruina su textura. Por eso, conocer cómo tratar esta fruta una vez abierta es clave para no desperdiciarla y para seguir disfrutándola durante varios días sin que pierda calidad.

Cómo conservar la sandía cortada para que se mantenga fresca por más tiempo

Una de las primeras decisiones que debemos tomar en el supermercado o frutería es si comprar una sandía entera o media. A simple vista, parece más práctico optar por una mitad si no somos muchos en casa, pero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda lo contrario: mejor una pieza entera. ¿El motivo? Las sandías ya cortadas y expuestas a temperatura ambiente en las tiendas tienen mayor riesgo de contaminación por la manipulación constante y la exposición al aire, lo que afecta a su frescura y seguridad alimentaria.

Además, una sandía entera ofrece mayor garantía de maduración natural y menos posibilidades de haberse deteriorado antes de llegar a la mesa. Por lo tanto, lo ideal es comprarla entera y conservarla adecuadamente una vez abierta.

Saber elegir una buena sandía también influye directamente en su duración. Hay tres detalles que nos pueden ayudar a identificar si está en su punto óptimo:

Refrigeración inmediata

Una vez que abrimos la sandía, esta fruta es especialmente sensible al ambiente cálido y a la exposición al aire. Por eso, lo primero que debemos hacer tras cortarla es guardarla en la nevera de inmediato. Nunca la dejes a temperatura ambiente, ni siquiera unas horas, ya que esto favorece la proliferación de bacterias y acelera su deterioro.

La mejor forma de conservar la sandía fresco es en un recipiente hermético, preferiblemente de vidrio. Si no tienes uno, puedes envolver los trozos en papel film, procurando que no quede aire entre el plástico y la pulpa. Otra opción válida es usar bolsas con cierre tipo zip, sacando bien el aire antes de cerrarlas.

¿Cuánto tiempo aguanta realmente?

Hay muchos mitos al respecto. Algunas personas piensan que en uno o dos días se echa a perder, mientras que otras la guardan más de una semana y confían en su resistencia. Pero, según los expertos en conservación de alimentos, el tiempo óptimo para consumir la sandía cortada y refrigerada es de entre cuatro y cinco días.

Durante ese periodo, mantiene casi todas sus propiedades: textura firme, sabor dulce y frescura. A partir del sexto día, aunque no esté en mal estado, comienza a degradarse. Puede volverse más aguada, perder dulzor o incluso adquirir sabores indeseados si no se protegió adecuadamente del ambiente de la nevera.

¿Se puede congelar?

La respuesta es sí, pero con condiciones. La sandía congelada pierde su estructura original debido a la gran cantidad de agua que contiene. Al descongelarse, se vuelve blanda, acuosa y no resulta agradable de comer.

Sin embargo, sí es perfectamente válida para preparar batidos, smoothies, granizados o incluso como hielo comestible en bebidas. Sólo tienes que cortarla en cubos, retirarle las semillas y guardarla en una bolsa para congelación. También puedes triturarla previamente y hacer polos caseros o sorbetes.

Qué señales indican que ya no está buena

La sandía, como cualquier otra fruta, avisa cuando empieza a estropearse. Presta atención a estos signos:

Nada representa mejor el verano que una rodaja de sandía fresca. Su sabor, textura y jugosidad la convierten en un placer irresistible. Conservarla bien es clave para disfrutarla más días. Elige una entera, guárdala correctamente y conviértela en tu compañera ideal contra el calor.