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Un microbiólogo revela cada cuánto deberíamos lavar las toallas (y no es lo que pensabas)

Las toallas son el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de gérmenes y bacterias

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  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La frecuencia con la que se deben lavar las toallas es un tema que genera un gran debate. Según una encuesta realizada en el Reino Unido, los hábitos varían de manera significativa: mientras que algunos las lavan semanalmente, otros esperan hasta un mes o más, y un pequeño porcentaje las lava tras cada uso. La doctora Sally Bloomfield, experta en higiene, expresó su sorpresa ante los resultados, señalando que, aunque las toallas pueden parecer limpias, acumulan con el tiempo una gran cantidad de gérmenes, lo que puede resultar perjudicial para la salud. Asegura que, aunque no se vean sucias a simple vista, las toallas absorben no sólo agua, sino también células muertas, aceites y residuos de productos de cuidado personal, creando un ambiente propicio para la proliferación de bacterias y hongos.

Bloomfield recomienda lavar las toallas al menos una vez a la semana para evitar riesgos de salud. Sin embargo, algunos expertos, como el microbiólogo Philip Tierno, sugieren que lo ideal es lavarlas después de dos o tres usos, ya que, después de este tiempo, pueden comenzar a albergar bacterias. Además, si una toalla tiene mal olor, es señal de que los microbios ya están proliferando, por lo que es importante lavarla independientemente del tiempo transcurrido desde la última vez. En resumen, aunque hay quienes creen que las toallas pueden durar mucho tiempo sin necesidad de lavarlas, los expertos coinciden en que es crucial mantenerlas limpias para evitar problemas de higiene y salud.

Ésta es la frecuencia con la que debemos lavar las toallas

El estudio realizado en el Reino Unido a más de 2.000 adultos reveló que, aunque no existe un consenso claro, las personas no siempre siguen las recomendaciones de los expertos. De acuerdo con la encuesta, un 25% de los encuestados lavaba sus toallas una vez a la semana, mientras que un 20% lo hacía una vez al mes. Un porcentaje más pequeño, alrededor de un 5%, las lavaba después de cada uso, mientras que el 44% restante lo hacía cada tres meses o incluso menos. Esta variabilidad en los hábitos de limpieza resalta la falta de conciencia sobre la importancia de mantener las toallas limpias con regularidad.

La doctora Sally Bloomfield, médica especialista en higiene del hogar y prevención de enfermedades infecciosas, se mostró sorprendida por los resultados de la encuesta. A pesar de que las toallas pueden parecer limpias visualmente, Bloomfield advierte que, con el tiempo, estas acumulan millones de gérmenes.

El ambiente cálido y húmedo de las toallas es el lugar perfecto para el crecimiento de bacterias, hongos y otros microorganismos. Por este motivo, la experta recomienda lavar las toallas al menos una vez por semana. De lo contrario, pueden convertirse en un foco de infección, lo que representa un riesgo para la salud.

Por su parte, Philip Tierno, microbiólogo y profesor de la Universidad de Nueva York, señala que, incluso después de dos o tres usos, las toallas pueden empezar a albergar bacterias. La acumulación de bacterias no sólo puede causar malos olores, sino también infecciones en la piel o en las vías respiratorias, especialmente si hay personas vulnerables en la casa, como niños pequeños o personas con sistemas inmunológicos comprometidos.

Los expertos recomiendan lavar las toallas al menos una vez a la semana, aunque lo mejor es hacerlo después de dos o tres usos, dependiendo de las condiciones.  Una buena higiene en las toallas no sólo contribuye a la salud, sino también al bienestar general del hogar.

Consejos prácticos

A la hora de lavar las toallas, lo primero es separarlas de la ropa común, ya que las toallas acumulan suciedad, aceites y bacterias que pueden transferirse a otras prendas. Además, debido a su grosor, necesitan un ciclo de lavado más intenso y no se deben mezclar con ropa ligera.

Es importante elegir un detergente adecuado, preferiblemente uno formulado para eliminar aceites y gérmenes. Evita utilizar demasiada cantidad de detergente, ya que los residuos pueden hacer que las toallas pierdan suavidad y favorezcan el crecimiento bacteriano. El lavado se debe hacer con agua caliente, entre 40 °C y 60 °C, para eliminar la suciedad y las bacterias, especialmente en toallas blancas o de colores claros.

Añadir vinagre blanco al ciclo de enjuague ayuda a eliminar los malos olores y los residuos de detergente, además de actuar como suavizante natural. Se debe evitar el uso de suavizantes convencionales, que pueden reducir la capacidad de absorción de las toallas. Para el secado, lo ideal es utilizar una secadora, ya que esto garantiza que se mantengan suaves y completamente secas. Si no, también se pueden colgar las toallas al sol para desinfectarlas.

Finalmente, es fundamental guardar las toallas en un lugar seco y bien ventilado para evitar la proliferación de hongos y malos olores. Siguiendo estos pasos, es posible mantener las toallas en perfectas condiciones, garantizando su higiene y durabilidad durante mucho tiempo.