Curiosidades
Charles de Gaulle

Descubre las frases más célebres de Charles de Gaulle

Charles-André-Joseph-Marie de Gaulle o más conocido como Charles de Gaulle fue militar, político y escritor francés. Llegó a presidente de la República Francesa de 1958 a 1969.

Fue inspirador del gaullismo, una corriente política que él mismo creó con sus ideas. Descubre las frases más célebres de Charles de Gaulle.

Francia se hizo a golpes de espada. La flor de lis, símbolo de la unidad nacional, no es más que un puñal de tres hojas.

La dificultad atrae al hombre de carácter, porque es en la adversidad que el verdadero hombre se conoce a sí mismo.

No hay que engañarse. Está muy bien que haya franceses amarillos, franceses negros y franceses morenos. Eso enseña al mundo que Francia está abierta a todas las razas y que tiene una vocación universal. Pero con la condición de que sean una pequeña minoría. Si no fuera así, Francia no sería Francia. Somos todos, ante todo, un pueblo europeo de raza blanca, de cultura griega y latina y de religión cristiana… Basta de cuentos.

Como los políticos nunca creen lo que dicen, se sorprenden cuando alguien sí les cree.

El deseo de privilegio y el gusto por la igualdad, pasiones dominantes y contradictorias de los franceses de toda época.

La deliberación es trabajo de muchos, la decisión, de uno solo.

El fin de la esperanza es el comienzo de la muerte, Charles de Gaulle

La gloria se da sólo a quienes siempre la han soñado.

Los fascistas no son todos ladrones y violentos, pero los ladrones y violentos son todos fascistas.

La autoridad no se entiende sin prestigio, ni el prestigio sin el distanciamiento.

La base de nuestra civilización está en la libertad de cada uno, en sus pensamientos, en sus creencias, sus opiniones, su trabajo y sus ocios.

¿Cómo esperan que funcione un sistema de partido único en un país con más de 246 diferentes clases de queso?

Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás es lo primero.

El viento endereza el árbol después de haberlo inclinado.

Lo que pensamos de la muerte sólo tiene importancia por lo que la muerte nos hace pensar de la vida.