Comunidad Valenciana
CORTES VALENCIANAS

Bravo se resiste a dejar el Gobierno valenciano y el PP acusa a Puig y a ella de «acaparar cargos»

Bravo dice que sólo dimitirá cuando se convoque la Mesa de las Cortes, de la que es vicepresidenta

El PP reclama que el tiempo que le queda como consejera lo dedique a enviar al Juzgado la información del caso de Francis Puig

La nº 2 del PSOE de Puig se aferra al sillón con dos cargos públicos que el PP considera incompatibles

Gabriela Bravo, la consejera de Justicia, Interior y Administración Pública del Gobierno valenciano que preside el socialista Ximo Puig, que mantiene este puesto incluso tras ser nombrada vicepresidenta segunda de las Cortes Valencianas, se resiste a dimitir del Ejecutivo. Y no lo hará hasta que exista una «incompatibilidad de facto» entre ambos altos cargos. Es decir, cuándo se convoque la Mesa de las Cortes.

Las manifestaciones de Bravo se han producido casi en paralelo a que el PP, por mediación de su portavoz en las Cortes Valencianas Miguel Barrachina acusara tanto a ella como al propio Ximo Puig de «acaparar puestos» en lugar de «atender a la voluntad de irse cuanto antes».

El PP ha reclamado, por boca de Miguel Barrachina, también a Gabriela Bravo, que el tiempo que le resta como consejera de Justicia «debería emplearlo en enviar la documentación» del caso en que está imputado Francis Puig, el hermano de Ximo Puig, que ese juzgado «lleva esperando desde hace casi año y medio y, así, poder completar el el expediente sobre la presunta apropiación de 1,2 millones de € en ayudas fraudulentas por parte de Francis Puig».

La tormenta política valenciana

En la Comunidad Valenciana se ha desatado una monumental tormenta política que ya tiene eco en todo el Estado español. Sus orígenes se remiten a dos asuntos. Uno, la resistencia del socialista Ximo Puig a facilitar que se acorten los plazos de la investidura de su sucesor, el popular Carlos Mazón. 

Y otro, la resistencia a dimitir como consejera de Gabriela Bravo después de haber accedido, también, a la vicepresidencia segunda de la Mesa de las Cortes, con lo que se da la circunstancia de que ahora mismo es alto cargo del Poder Ejecutivo y del Legislativo, pues forma parte de los órganos de dirección del Gobierno valenciano y de las Cortes de la autonomía.

En lo que respecta a esta última cuestión, este viernes, Gabriela Bravo ha dicho que no dimite «por responsabilidad». Bravo, que también está al frente de las Emergencias en el Ejecutivo de Ximo Puig, ha apelado a esa responsabilidad para continuar en una situación como la actual «con olas de calor y vigilancia permanente ante los incendios». Y ha dicho que no hay una situación de «incompatibilidad absoluta entre ser consejera y diputada», según Europa Press.

Además, ha manifestado, con referencias al informe de compatibilidad de la Abogacía de la Generalitat de los dos cargos que ostenta ella, que podría darse una incompatibilidad de facto en el momento en que empiece a ejercer funciones como vicepresidenta segunda de la Cámara. Y que, por tanto, cuando eso suceda, dimitirá de consejera.

Situación «muy dudosa»

Las manifestaciones de Gabriela Bravo se han producido el mismo día en que el PP, a través del citado Miguel Barrachina, ha valorado la situación de la consejera y vicepresidenta de las Cortes como «muy dudosa» Y le ha reclamado, como se ha dicho, que dedique el tiempo que le queda en el Gobierno valenciano a enviar al juzgado la documentación sobre el caso del hermano de Ximo Puig.

«Se va a acabar la legislatura y no han entregado la documentación que el juzgado solicita. Debería dedicarse a eso en lugar de estar en la Mesa haciendo duplicidad», ha dicho Barrachina, que ha añadido que Puig y Bravo «deberían dejar de acaparar puestos y atender a la voluntad de los valencianos de irse cuanto antes. La asunción de los resultados electorales es una asignatura pendiente de Puig y Bravo».