A Woody Allen no le importan los movimientos sociales como el MeToo: «Trabajo siete días a la semana»
El director estadounidense Woody Allen ha afirmado que no piensa en «movimientos políticos y sociales», tal y como ha señalado este martes en respuesta a las preguntas sobre el movimiento MeToo, durante la presentación del rodaje de su próxima película, que se desarrollará en San Sebastián.
El director estadounidense ha afirmado, durante la presentación de su nueva película aún en fase de rodaje, que no piensa en «movimientos políticos y sociales». Esa ha sido su respuesta cuando varios periodistas le han preguntado acerca del movimiento MeToo y sobre el boicot anunciado al cineasta en EEUU a raíz de las denuncias de abuso sexual por parte de su hija adoptiva, Dylan Farrow, hija de la ex esposa de Allen, Mia Farrow. «Trabajo siete días a la semana y no pienso en movimientos políticos y sociales», ha manifestado tajantemente a los periodistas.
El cineasta ha asegurado que, a sus 83 años, no piensa en jubilarse ya que, según ha dicho, su filosofía es que «no importa lo que ocurra» y «centrarse siempre en el trabajo». Así las cosas, el norteamericano ha aprovechado la circunstancia para destacar que en su carrera no ha importado lo que haya sucedido con su «mujer, hijos o la política».
Cierre de la playa de La Concha
Woody Allen ha presentado en el Kursaal de San Sebastián algunos detalles de su próximo trabajo. La cinta lleva por título provisional ‘Rifkin’s festival’ y este miércoles arranca el rodaje en la capital guipuzcoana. El rodaje de esta película ha traído consigo una gran polémica entre los donostiarras, ya que la famosa playa de La Concha se cerrará a cal y canto durante dos días, aun sin confirmar pero entre el 10 y el 23 de julio, para que Allen pueda disponer de ella para el rodaje.
En el rodaje estarán presentes los actores Elena Anaya, Wally Shawn, Gina Gershon y Sergi López y también el magnate y multimillonario Jaume Roures, productor de The Mediapro Studio.
En esa línea, el director ha afirmado que no está «equipado mentalmente para tener una visión profunda» de los movimientos políticos y sociales, y que se centra «en las relaciones sociales, en la comedia». «No pienso en jubilarme, probablemente me muera montando alguna de mis películas, o rodando», ha destacado.
Woody Allen no ha querido desvelar el contenido del argumento de su filme, más allá de que se trata de una comedia romántica en la que «unas personas de EEUU» llegan al Festival de Cine donostiarra y «ocurren cosas que tienen resonancia cómica en sus vidas y en sus matrimonios».
El director ha explicado que escogió San Sebastián como lugar de rodaje por ser un lugar en el que tanto él como su familia «podrían disfrutar». «Vivir aquí durante unos meses es toda una experiencia, un placer absoluto», ha asegurado Allen, quien ha explicado que quiere «enseñar al mundo» su visión de la capital guipuzcoana, tal como lo ha hecho con Nueva York en incontables ocasiones.
El cineasta, que ha resaltado que siempre ha trabajado con «gente fantástica», ha considerado que los actores con los que rodado sus películas «han sido magníficos» y que ese es el «éxito» de su trabajo. «Yo les doy mucha libertad, ellos hacen una gran interpretación y luego yo me llevo los piropos», ha expresado.