Ciencia
Unas estructuras que basas sus funciones en la orientación

Descubren un lagarto extinto que tenía cuatro ojos

La naturaleza siempre suele sorprendernos con algún que otro descubrimiento espectacular. En el plano animal, muchas han sido las especies descubiertas durante los últimos años, incluso en zonas en las que ni se pensaba que pudieran habitar. En este caso hablamos de un animal extinto que ha sorprendido a todo el mundo gracias a una extrema peculiaridad: cuatro ojos. Sí, parece un broma pero estamos hablando completamente en serio. El Instituto de Investigación Senckenberg ha hallado un fósil de lagarto que tenía cuatro globos oculares ¡No te lo pierdas!

Cuádruple vista

Fósil de lagarto

Un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Senckenberg, liderados por Krister Smith, han descubierto uno de las evidencias animales más curiosas de los últimos años. Se trata de una especie extinta de lagarto que tenía cuatro ojos. Sin duda, el primer caso entre vertebrados con mandíbulas que incorpora este tipo de características. Según los datos publicados por la revista Current Biology, los dos ojos  restantes se definen como órganos pineales y parapineales. Es decir, un conjunto de estructuras fotosensoriales oculares situadas en la parte superior de la cabeza que son fundamentales para mejorar la orientación del organismo.

Cabe destacar que este curioso descubrimiento ayudará a comprender de mejor forma las etapas de evolución de los vertebrados. «Existía la idea de que el tercer ojo simplemente se reducía de forma independiente en muchos grupos de vertebrados y solo se conservaba en lagartos terrestres.  Por otro lado, existía la idea de que el tercer ojo de estos reptiles evolucionó a partir de un órgano diferente, llamado parapineal. Estas dos ideas en realidad no se correspondían. Al descubrir un lagarto de cuatro ojos, en el que los órganos pineales y parapineales formaban un ojo en la parte superior de la cabeza, pudimos confirmar que el tercer ojo realmente es diferente del tercer ojo de otros vertebrados con mandíbula», explica Smith.

Un rasgo confirmado

El equipo de Smith quiso ir más allá, por lo que decidió analizar un estudio en el que se incluían una serie de ejemplares de museo descubiertos hace 150 años. Los resultados fueron impresionantes. Cada uno de esos lagartos incluían en su organismo glándulas pineal y parapineal que utilizaban para detectar la polarización de la luz para mejorar la orientación. Sin duda, un descubrimiento sin precedentes que modifica todo el proceso de evolución en vertebrados que conocíamos hasta ahora.