Descubren un nuevo tipo de tratamiento para la depresión basado en la estimulación cerebral

• Francisco María
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• • 16/07/2024 11:15
  • Actualizado: 16/07/2024 11:15

La depresión es tratable, pero a veces no responde a los tratamientos convencionales. En estos casos, la estimulación magnética transcraneal (ETM) se utiliza como una alternativa viable. También se emplea para tratar el TOC (trastorno obsesivo compulsivo) y las migrañas. A veces, ayuda a las personas a dejar de fumar cuando otros tratamientos han sido ineficaces.

Aunque es eficaz, la EMT plantea limitaciones como la duración de sus efectos y la variabilidad en la respuesta de los pacientes. Además, discernir entre sus efectos y los del placebo sigue siendo un área poco clara.

Aún queda por determinar cómo optimizar aún más la efectividad de la ETM. Se cree que esto se puede lograr apuntando a áreas específicas del cerebro según las necesidades individuales de cada paciente. Este enfoque personalizado podría abrir nuevas vías para el tratamiento de la depresión.

La Estimulación Magnética Transcraneal (ETM)

Desde los tiempos romanos, la electricidad ha sido utilizada con fines medicinales. En el siglo XX, la terapia electroconvulsiva (TEC) surgió como tratamiento para enfermedades mentales graves. Sin embargo, suele tener efectos secundarios significativos.

La estimulación magnética transcraneal (EMT) es un procedimiento no invasivo que utiliza campos magnéticos para estimular las células nerviosas en el cerebro. Este tratamiento está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Se emplea generalmente cuando otros tratamientos para la depresión no han sido eficaces.

Además de la depresión, la EMT también está aprobada por la FDA para tratar otros problemas emocionales y mentales. Los investigadores siguen explorando otros posibles usos de la EMT, como el tratamiento de la epilepsia, por ejemplo.

Funcionamiento

Durante una sesión de estimulación magnética transcraneal se coloca una bobina electromagnética sobre el cuero cabelludo. Tal bobina emite pulsos magnéticos que estimulan las células nerviosas en áreas del cerebro relacionadas con el estado de ánimo y la depresión. Esta estimulación activa regiones cerebrales que presentan una actividad reducida en personas con depresión.

Existe una variante denominada “estimulación magnética transcraneal profunda” (EMTd). En este caso se utiliza una bobina diferente que puede estimular zonas más profundas y amplias del cerebro en comparación con la modalidad estándar. Ambas variantes están aprobadas por la FDA.

Aunque no se comprende completamente cómo la estimulación magnética transcraneal afecta biológicamente al cerebro, se ha observado que puede aliviar los síntomas de la depresión y mejorar el estado de ánimo. Los métodos de EMT pueden variar y evolucionar a medida que los expertos descubren formas más eficaces de realizar estos tratamientos.

Avances y perspectivas

La Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) está revolucionando el tratamiento de la depresión, especialmente en casos severos y resistentes a otras terapias. Está desarrollada para modular la actividad neuronal en áreas específicas del cerebro. La EMT ofrece un enfoque cada vez más personalizado, que se adapta a la anatomía cerebral única de cada individuo.

Recientemente, la FDA autorizó la comercialización de un tratamiento de EMT desarrollado por el equipo de Nolan Williams en Stanford. Este método ha mostrado tasas impresionantes de remisión en pacientes deprimidos después de solo cinco días de tratamiento. Esto representa un avance significativo en la medicina de precisión.

A pesar de los éxitos obtenidos, los investigadores enfrentan problemas importantes, como la distinción entre los beneficios reales de la EMT y los efectos placebo. Este fenómeno es común en tratamientos para la depresión. Se requiere de estudios adicionales para validar la efectividad de la EMT en diversas poblaciones y condiciones.

Los científicos están explorando nuevas técnicas para mejorar la precisión y efectividad de la EMT. Esto incluye la experimentación con diferentes diseños de bobinas magnéticas y ajustes en la frecuencia de estimulación para optimizar la respuesta cerebral.

Sin embargo, aún persisten incógnitas sobre los mecanismos exactos por los cuales la EMT afecta el estado de ánimo y la conectividad neuronal. Por lo tanto, este tipo de tratamientos siempre deben practicarse con prudencia.

Estimulación profunda

Como hemos visto, uno de los enfoques más prometedores en este campo es la estimulación transcraneal de corriente directa (ETCD), que consiste en aplicar una corriente eléctrica de baja intensidad a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo. Esta corriente modula la actividad de las neuronas en áreas específicas del cerebro relacionadas con la depresión, como la corteza prefrontal dorsolateral y la corteza cingulada.

Varios estudios han demostrado que la ETCD puede tener efectos positivos en pacientes con depresión resistente al tratamiento convencional. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Biological Psychiatry encontró que la ETCD era efectiva para reducir los síntomas depresivos en pacientes que no respondían a la medicación antidepresiva.

Conclusión

Aunque la estimulación cerebral para la depresión todavía se encuentra en una etapa temprana de desarrollo, los resultados obtenidos hasta ahora son muy alentadores. Se espera que en los próximos años se realicen más investigaciones para explorar el potencial de esta técnica y determinar su eficacia a largo plazo.

Además de la estimulación cerebral, otros enfoques innovadores para el tratamiento de la depresión están siendo investigados, como la psicoterapia basada en la compasión, la terapia psicodélica y la terapia de estimulación del nervio vago. Estos enfoques ofrecen nuevas perspectivas para abordar la depresión desde una perspectiva más holística y personalizada.

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