Bebés

Sus padres se niegan a comprarle un móvil y se venga. Descubre qué ha hecho

La tecnología se ha convertido en protagonista de nuestro día a día, parece que ya no sabemos hacer nada sin esa y nos pasamos todas las horas que estamos despiertos conectados a Internet, consultando las redes sociales, usando el WhatsApp…Tan imprescindible se ha convertido en algunos casos que hay quienes incluso sufren nomofobia.

Pues bien, los jóvenes son los que parecen estar más “obsesionados” con los dispositivos electrónicos y son capaces de cualquier cosa por tener el que quieran. Buena muestra de eso es la actitud que llevó a un niño a cortarse un dedo al ser castigado por abusar del uso del smartphone y ahora hemos conocido otro que se ha vengado de sus padres por no comprarle un teléfono móvil de última generación. Sí, se ha vengado. A continuación, te contamos qué ha hecho.

Los protagonistas

En Alemania es donde viven las personas en torno a las cuales gira la historia que ahora queremos darte a conocer. Nos estamos refiriendo a un matrimonio y a su hijo, de 13 años de edad.

El origen del caso

Hace unos días atrás los padres comenzaron a recibir las constantes peticiones del menor sobre que deseaba que le comprasen un smartphone de última generación del que se había encaprichado. Era consciente de que todos sus amigos tenían un móvil nuevo y moderno, por lo que también quería uno.

Sin embargo, los adultos lo tenían claro y así se lo hicieron saber: no iban a comprarle ningún teléfono.

La venganza

Por más que insistió, rogó y se enfadó, sus padres mantuvieron una postura totalmente firme respecto a que no iban a adquirirle ningún smartphone a tu hijo. Por eso este, muy enojado decidió “castigarles” por la decisión que habían tomado, pensó que tenía que vengarse y así lo hizo.

¿Qué se le ocurrió? Gastarles dinero realizando compras por Internet. Sí, consiguió la tarjeta bancaria de sus progenitores y ni corto ni perezoso se sentó delante del ordenador y comenzó a realizar todas las compras que se le fueron ocurriendo. Eso hizo que adquiriera teléfonos móviles, distintos tipos de muebles, suscripciones a revistas y periódicos e incluso una cantidad ingente de pizzas, que se dedicó a enviar a las casas de los vecinos, lo que acabó generando un auténtico conflicto porque esos se hartaron de recibir comida que no habían pedido.

Una larga lista de productos que al final llevó a que la tarjeta de sus padres realizara un gasto de 5.400 euros, aproximadamente.

La investigación

Lógicamente en un momento determinado el matrimonio, no sólo por los paquetes que llegaban a casa sino directamente por la cantidad que se indicaba en la tarjeta que se había gastado, pensó que algo raro había pasado, pero nunca se le pasó por la cabeza que su hijo pudiera haber sido el responsable. Por ese motivo lo que hicieron esos padres fue denunciar el caso ante la policía, para que descubriera qué había sucedido.

Desde el primer momento los agentes pensaron que quizás todo lo que había ocurrido era que se había producido algún tipo de robo de los datos bancarios de la pareja a través de Internet o que algún hacker había conseguido acceder a sus cuentas y desde las mismas había realizado las pertinentes compras.

Sin embargo, en el instante en el que los responsables del caso se sentaron en casa de la pareja y comenzaron a analizar a fondo los ordenadores de la familia, se dieron cuenta que estaban en un error. Comprendieron que sólo había una persona detrás de las compras realizadas y esa no era otra que el hijo de 13 años.

Consecuencias

Estupefactos y defraudados es como se quedaron los progenitores al descubrir que el menor había sido quien se había dedicado a “desvalijarles” la tarjeta, y todo porque no le habían querido comprar el teléfono móvil de última generación que había pedido de manera insistente.

Por lo que se sabe los adultos han pedido disculpas a unos quince vecinos que son los que se han visto afectados por la llegada de pizzas. De la misma manera, han comenzado a devolver todos y cada uno de los objetos que se habían adquirido vía online y que se habían cargado a la cuenta familia, para así poder recuperar el dinero gastado.

Lo que se desconoce por completo es qué medidas han decidido tomar con su hijo, es decir, qué castigo habrán optado por imponerle después de cómo ha actuado, por pura venganza y únicamente movido por un smartphone. Está claro que si ahora no le ponen límites, a saber dónde puede acabar llegando.

Si alguno de tus pequeños hubiera hecho eso mismo, ¿qué decisión habrías tomado?, ¿tienes claro el castigo que le habrías impuesto?…