Bebés

Lina, la española que va a ser mamá a los 62 años

En más de una ocasión hemos conocido a mujeres que han tomado la decisión de ser madres a una edad avanzada y ahora acabamos de descubrir a otra, que va a tener a su tercer hijo ¡a los 62 años! Una circunstancia esta que le ha generado un sinfín de críticas y que ha supuesto que se convierta en foco de interés en los medios de comunicación. Sin embargo, nada de eso le importa, lo único que quiere es que su bebé nazca sano y fuerte.

La protagonista

Lina Álvarez. Este es el nombre de la mujer española, concretamente de Lugo, que se encuentra ahora embarazada a los 62 años de edad y que está a punto de dar a luz, con exactitud lo hará en el mes de octubre.

Es médica y se encuentra en perfecto estado como el bebé que viene en camino, que será una niña y que se dará en llamar igual que su mamá.

Su historia

Para poder comprender o entender el porqué esta mujer ha querido ser madre a tan avanzada edad, hay que retrotraerse en el tiempo y conocer su historia personal. En concreto, hay que remontarse 27 años atrás cuando se quedó embarazada por primera vez de su entonces marido. Una noticia que a ambos les llenó de felicidad, pero todo se truncó cuando el bebé al nacer, por culpa de la amniocentesis que le realizó el ginecólogo, presentó problemas neurológicos que han hecho que desde entonces se dedique en cuerpo y alma a su hijo pues este no habla y está semiparalizado.

Esa circunstancia, unida a su separación tiempo después y a la lucha por intentar que se hiciera justicia con el daño causado a su pequeño, provocó que la menopausia apareciera de forma precoz, lo que impidió que pudiera cumplir su sueño de volver a ser madre.

Sin embargo, tenía claro que iba a hacer todo lo posible por conseguirlo. Por eso, hace una década, cuando contaba con 52 años, logró volver a quedarse embarazada con la ayuda de un donante. Una acción que le granjeó también numerosas críticas, pero no le importó, pues tuvo a su hijo Samuel, que se convirtió en una alegría para la casa.

Madre por tercera vez

Aunque tuvo un segundo bebé, quería repetir, quería tener familia numerosa y ha sido ahora cuando lo ha conseguido, pero no lo ha tenido fácil. Y es que, aunque en España la Ley de Reproducción Asistida no establece una edad concreta para la gestante, los médicos rechazan acometer el proceso cuando esa situación de la mujer puede poner en peligro a sí misma y a su bebé.

Sin embargo, consiguió encontrar un ginecólogo en Madrid que, al menos, le dio la oportunidad de intentarlo. En concreto, acordaron hacerle a Lina unas pruebas y estudios y que si estos indicaban que estaba en perfecto estado acometerían la implantación del embrión. Y así lo hicieron logrando que quedara en estado, a pesar de que sólo había un 6% de posibilidades de conseguirlo.

Críticas

Como hemos mencionado anteriormente, el próximo mes de octubre es cuando esta médico de Lugo va a dar a luz a su tercer hijo, una niña que, según las pruebas realizadas hasta ahora, se encuentra muy bien. Deseando que llegue el momento de tenerla en brazos es como se siente la mujer que afirma que intenta olvidar todas y cada una de las críticas que está recibiendo, acusándola de egoísta e incluso de inconsciente.

Ante todos esos comentarios, afirma que no les hace caso. Y es que considera que, aunque tenga 62 años, la esperanza de vida ha crecido contundentemente, por lo que cree que tiene al menos 20 – 30 años para poder criar a su hija. Pero no sólo eso, afirma que tiene una mente abierta con respecto a la vida, que se encuentra perfectamente sana y que no cuenta con un ningún tipo de conflicto generacional, por ejemplo, con su hijo pequeño que tiene 10 años. Así, afirma que va a buscarlo al colegio como otra madre cualquiera y que le ayuda en todo lo que puede como cualquier otra progenitora.

Además Lina no ha dudado en manifestar que ser madre a una edad más avanzada de lo que viene siendo habitual tiene una serie notable de ventajas. En concreto, afirma que supone afrontar la maternidad con mucha más experiencia en la vida, con mayor capacidad de coraje, con una concienciación mucho más clara de lo que se desea y con una gran fortaleza, fruto de todo lo que ha tenido que sufrir a nivel personal, incluyendo desde la separación del que fuera su marido hasta la situación de su primogénito pasando por su lucha en los tribunales porque se reconociera la negligencia que le granjeó el estado en el que se halla, entre otras cosas.