Amigdalitis en niños: síntomas y tratamientos
Amigdalitis en niños: Síntomas, tratamiento y prevención para esta enfermedad que suele caracterizarse por la presencia de placas de pus en la garganta.
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La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas. Viral o bacteriana, muy contagiosa, poco grave y muy común en niños a partir de los 2 años, de modo que os ofrecemos a continuación más detalles sobre la amigdalitis en niños: síntomas y tratamientos.
Amigdalitis en niños: síntomas y tratamientos
Aunque la amigdalitis es una dolencia que suele ocurrir durante los períodos invernales, es posible que los niños (especialmente aquellos que son más pequeños y que tienen un sistema inmunológico más frágil) la sufran en cualquier momento. Una enfermedad caracterizada principalmente por dolor de garganta más o menos doloroso, dificultad para tragar así como fiebre de moderada a intensa, por lo que es fundamental acudir al médico para que diagnostique la amigdalitis y poder recetarnos el mejor tratamiento.
¿Cómo reconocer la amigdalitis en niño?
En la mayoría de los casos, la amigdalitis es de origen viral. Es causada por un virus que irrita las amígdalas y las deja con pequeñas manchas blanquecinas. Dado que los antibióticos no tienen ningún efecto sobre los virus, la amigdalitis viral se resuelve espontáneamente en unos pocos días. La garganta del niño a menudo está muy adolorida y sensible, tiene dificultad para comer, tiene fiebre y, a veces, dolores de cabeza y de estómago.
La amigdalitis bacteriana presenta síntomas idénticos a la viral. Menos común en niños pequeños, es causada por bacterias, a menudo estreptococos, y sin embargo, puede tratarse tomando antibióticos.
Sea un virus o una bacteria el responsable de la inflamación, ambos se transmiten por el aire (estornudos, tos), por contacto físico, o por estar en contacto con objetos (juguetes, cucharas, chupetes, edredones, etc.) contaminados.
Solo un examen médico cuidadoso de la garganta y una prueba de diagnóstico rápida de angina (angina RDT) realizada por el médico del niño pueden diagnosticar el tipo de amigdalitis, ya que la apariencia de las amígdalas no puede determinar si es de origen viral o bacteriano. Sin embargo, tener amigdalitis a menudo se caracteriza por fiebre alta (más de 38 ° C), así como glándulas dolorosas en el cuello, asociadas con problemas abdominales.
Cómo aliviar la amigdalitis en niños
Una vez que se ha realizado el diagnóstico del médico, o ante los primeros signos de enfermedad, los síntomas del niño pueden aliviarse rápidamente con un tratamiento que reduce mecánicamente la actividad viral y está destinado a aliviar el dolor de garganta. Una infección, incluso si la irritación es leve, no debe pasarse por alto y puede tratarse eficazmente con el uso de aerosoles específicos que venden en la farmacia (deben ser recomendados por el médico) y que reducen rápidamente los signos de infección de garganta, dolor, irritación, enrojecimiento y escozor, evita la sobreinfección bacteriana o incluso el uso de terapia con antibióticos. Pueden ser utilizado por toda la familia, adultos, adolescentes y niños, a partir de los 3 años.
Prevención de la amigdalitis: algunas recomendaciones útiles
La amigdalitis es una enfermedad otorrinolaringológica muy contagiosa. Para limitar la transmisión del virus o la bacteria, se deben tomar algunas medidas simples, en el hogar y en la escuela:
- Haz que los niños se laven las manos con regularidad con agua y jabón.
- Que usen pañuelos desechables para sonarse la nariz.
- Enséñale a toser o estornudar en un pañuelo de papel y tirarlo inmediatamente a la basura.
- Que tengan cuidado de no compartir los mismos cubiertos o vasos sin antes haberlos lavado.
- Limpia los juguetes que usa.
- Ventila su habitación con regularidad (al menos una vez al día) y mantenla a una temperatura de 19 ° C.
- Por último, piensa en adaptar su dieta para que pueda tragar sin hacer esfuerzos (purés, compota, etc.) y hazle beber mucha agua (sobre todo si tiene fiebre).
Si los síntomas persisten, no dudes en consultar rápidamente al médico para que pueda hacer un diagnóstico certero y recetar antibióticos en caso de angina bacteriana.
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