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6 trucos para conseguir que los niños tomen sus medicamentos de forma fácil

Esconder la medicación con otros alimentos o hacer ver que está buena son algunos de los sencillos trucos para conseguir que los niños tomen su medicación.

¿Tus hijos se resisten a tomar un jarabe cada vez que el médico se lo receta cuando están enfermos? Es posible que el sabor no les guste y aunque precisamente la medicación infantil suele tener un sabor y olor agradables, quizás ponen pegas o salen corriendo cada vez que sacamos el medicamento. Veamos entonces a continuación, los mejores trucos para conseguir que los niños tomen sus medicamentos de forma fácil.

6 trucos para conseguir que los niños tomen sus medicamentos de forma fácil

En general, a ningún niño le gusta tragar comprimidos y los niños pequeños temen los medicamentos especialmente, por ello la gran mayoría de ellos se presentan en jarabe, al que a veces también se resiste. El problema puede ser también mayor cuando el niño sufre alguna enfermedad crónica, y aunque en estos casos se acaban acostumbrado, es posible que al principio se resistan a tomar su medicación. Veamos entonces cómo conseguir que nuestros hijos tomen medicamentos, ya sea para un simple resfriado o para cualquier otro tipo de enfermedad.

No le des toda la medicación de golpe

Si es necesario administrar de 2 a 3 medicamentos diferentes, debes crear un espacio de al menos 5 a 10 minutos entre cada uno. Tragar todos los medicamentos de una vez puede ser difícil para un niño y administrar los medicamentos en intervalos puede ser una opción fácil. Procura hacer de ello además una rutina, respetando las horas de toma para que sean siempre las mismas y para que no coincidan por ejemplo con el hecho de tener que despertar al niño o niña.

Esconde el medicamento

La mejor manera de hacer que un niño o niña, especialmente cuando son pequeños, se tomen sus medicamentos es camuflándolos. Elige cualquier alimento que le guste a tu hijo y esconde el medicamento en él. Puede ser helado, jugo o cualquier otro alimento. De esta manera, podrá administrar fácilmente su dosis a su hijo sin que forme mucho alboroto. En el caso del jarabe, es más difícil ocultarlo aunque algunos de ellos se pueden mezclar con leche u otro líquidos (será bueno leer entonces el prospecto, para ver si esto es posible).

Ofrecer incentivos

Puedes prometerle a tu hijo/a su golosina favorita si se toma su medicina. Cualquier otro incentivo, como jugar videojuegos o tener la comida de su elección, también puede ser una buena opción para conseguir que tome su jarabe o medicina sin rechistar.

Actúa un poco 

Otro de los recursos a los que podemos recurrir es actuar como si fueras a comerte la medicina primero y haz muecas para hacerle saber lo sabrosa que es. Después de esto, haz que tu hijo/a se coma rápidamente el medicamento y se lo trague. Puede que no le guste el sabor, pero apenas lo notará si lo haces rápido.

Añade sabores

También puedes agregar algunos sabores dulces al medicamento para cubrir su sabor. Simplemente agrega un poco de chocolate. Esto no solo atraerá la atención del niño o niña, sino que también hará que se lo trague rápidamente. Asegúrate de consultar a tu médico antes de hacer cualquier mezcla.

Rompe o tritura la medicación

Otra opción para facilitar que tu hijo se tome su medicación, en el caso de que sean pastillas, es romperla o triturarla y luego mezcla con agua. Los medicamentos en polvo pueden tener un sabor amargo, pero se deslizarán fácilmente por la garganta del niño/a con la ayuda precisamente del agua.