La Universidad de Baleares pierde obras de Barceló, Broto, Sicilia y Mariscal
La ausencia de los cuadros había pasado desapercibida hasta que el pasado febrero se supo que un Barceló iba a salir a subasta
Las obras fueron donadas en 1988 en el marco de una campaña a favor de la conservación del territorio
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La Universidad de Baleares (UIB) ha constatado la desaparición de varias obras de arte donadas hace 35 años a la institución, unos hechos que pretende poner en conocimiento de la Policía Nacional mediante una denuncia cuando haya terminado de recabar toda la documentación posible. La vicerrectora de Proyección Cultural y Universidad Abierta de la UIB, Magdalena Brotons, ha informado este jueves acerca de esta desaparición al consejo de gobierno de la UIB, donde ha dado cuenta de los pasos realizados para tratar de recuperar un total de cuatro cuadros.
Según ha informado la Universidad en un comunicado, uno de ellos, de Miquel Barceló, ya ha sido localizado, en manos de una persona que se ha mostrado dispuesta a entregarlo -aunque la UIB no ha informado de los motivos por los que está en su poder-. Los otros tres, de José María Sicilia, José Manuel Broto y Xavier Mariscal, continúan en paradero desconocido.
Los cuadros proceden de una campaña impulsada por el grupo ecologista Gob en 1988, bajo el lema Sa Canova contra Ravena, para impedir la construcción de un complejo urbanístico por parte de la empresa Ravena en la finca de Sa Canova, en la costa de Artà.
El artista Miquel Barceló promovió que un colectivo de artistas donara una obra original para hacer carteles y recaudar fondos para la campaña. Además de los cuatro pintores ya mencionados, también participaron Antoni Tàpies y Miguel Ángel Campano.
Sin embargo, esta donación no consta documentalmente en los archivos de la UIB. La entrega, que se hizo de forma desinteresada, quedó reflejada en la prensa de la época, aunque la Universidad ha matizado que los periódicos hablaron erróneamente de una adquisición.
De esas seis obras, sólo dos, las de Campano y Tàpies, están incluidas en el inventario artístico de la UIB y permanecen en el campus. De hecho, el cuadro de Tàpies preside la sala del consejo de dirección.
Del resto, en cambio, su recorrido es totalmente desconocido. «No sabemos ni siquiera si estuvieron colgados, no tenemos ninguna información», ha explicado Brotons en declaraciones a Europa Press.
En un inventario elaborado hace pocos años, «muy parcial e incompleto», no hay ni rastro de ellos, si bien para entonces hacía tiempo que los cuadros ya no estaban localizados.
La UIB detectó esta ausencia el pasado febrero, cuando le llegó información acerca de que la obra de Miquel Barceló iba a salir a subasta. Por ello, la universidad requirió de forma urgente a la casa de subastas que paralizase la venta pública y contactó con la persona depositaria, una propietaria particular que, según ha avanzado Diario de Mallorca, afirma haber pagado 10.000 euros por él en una galería de Palma.
Esta persona, según ha indicado la UIB, se ha mostrado dispuesta a renunciar al cuadro y devolverlo sin ningún tipo de contraprestación económica.
Además, la UIB ha contactado con los cuatro artistas para que firmasen un documento para acreditar que hicieron la donación a la UIB hace 35 años, y que por tanto, las obras le pertenecen.
Con estos documentos, la UIB pretende iniciar los pasos legales necesarios para recuperar este patrimonio, «que es al mismo tiempo, un patrimonio social vinculado a la historia de Mallorca» por su trasfondo. Respecto a los tres cuadros aún sin localizar, tiene previsto presentar una denuncia próximamente ante la Policía.
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