El Sadar, regreso al estadio de la permanencia

• Tomeu Maura @tomeumaura
• Redactor jefe de Deportes en OKBaleares.
• • 13/01/2023 06:55
  • Actualizado: 13/01/2023 08:41

El Mallorca vuelve mañana al estadio en el que vivió su última gran hazaña. El pasado 23 de mayo, ante la presencia de 1.200 aficionados mallorquinistas, derrotó 0-2 a Osasuna y selló una permanencia en Primera División que parecía imposible. Las circunstancias ahora serán muy diferentes porque tanto Osasuna como Mallorca están muy lejos de la zona baja. De hecho, sólo dos puntos separan en la clasificación a navarros de baleares.

Curiosísimo guiño del Comité Técnico de Árbitros. El Osasuna-Mallorca del próximo sábado lo pitará la pareja formada por Soto Grado (en el campo) y Estrada Fernández (en el VAR). Ésta es la primera vez en la que el abulense Soto Grado dirigirá a los rojillos esta temporada, pero éste es exactamente el mismo dúo que dirigió en mayo en El Sadar el decisivo Osasuna 0 Mallorca 2 que valió la permanencia en Primera División. Y, sí, por supuesto en el mismo orden ya que Estrada Fernández ya está retirado del arbitraje activo. Esta pareja arbitral, que suele actuar junta, fue también la que se inhibió por completo la pasada temporada en el Benito Villamarín ante la salvaje entrada de Víctor Ruiz a Galarreta que le costó al vasco un periodo de baja de ocho meses por rotura de ligamentos cruzados.

Sin duda para muchos mallorquinistas, en especial para los más jóvenes, para muchos de los cuales el desplazamiento a Pamplona debió ser su «bautizo» en encuentros de este tipo, el choque de este sábado va a ser muy especial porque se va a rememorar una noche mágica en la que se culminó lo que sólo unos días atrás, cuando el Granada goleó al Mallorca en Son Moix, parecía imposible.

El Osasuna-Mallorca de la temporada 21-22 será recordado dentro de muchos años por todo lo que supuso. Cómo hubiera cambiado la historia de estar ahora en Segunda División. Hay que alabar también el magnífico comportamiento de la afición navarra, que se hermanó desde el primer momento con la mallorquinista y que aplaudió incluso al final del partido al equipo cuando se confirmó su permanencia en Primera División. Tampoco Osasuna, hay que reconocerlo, se tomó el partido como si fuera una final, sino que se dejó llevar por los acontecimientos, y en definitiva todo salió a la perfección, como en un cuento de hadas.

Eso sí. El partido del sábado será muy diferente porque Osasuna llega en un gran momento, a sólo cuatro puntos de Champions tras haber empatado en San Mamés y porque, ojo, si el Mallorca fuera capaz de ganar le sobrepasa en la clasificación y ya podría empezar a pensar en metas mucho más ambiciosas para la segunda vuelta.