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La recepcionista del Hospital Joan March de Mallorca exige a Armengol que reponga el bus nocturno

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La recepcionista del Hospital Joan March de Mallorca exige a la presidenta socialista del Govern balear,Francina Armengol, que reponga el bus nocturno que ella cogía para regresar a su casa.

Puri lleva trabajando en este centro público hospitalario, dedicado básicamente a ofrecer cuidados paliativos, nada menos que 31 años y desde el primer día se ha desplazado hasta allí en un transporte público que ahora, como a decenas de sus compañeros, les está fallando.

Se trata de una línea pública de autobús del TIB que utilizan trabajadores de este hospital y familiares de enfermos, a los que el Ejecutivo de Armengol, que se autodenomina gobierno de la gente, ha dejado de golpe y porrazo sin servicio nocturno, sin ni siquiera consultarles.

«Nos ha quitado la línea de la noche y nos han cambiado los horarios», lamenta Puri, histórica recepcionista del Joan March. «El autobús de las diez de la noche que han eliminado era imprescindible para los trabajadores y para los familiares que vienen a dar las cenas a los pacientes», remarca esta empleada pública que exige «que se restablezca el servicio nocturno».

«Era muy importante porque los familiares vienen a dar la cena a sus enfermos y no pueden encontrarse sin ese servicio de transporte para volver a sus casas», apunta Puri, que a su vez recuerda «que también lo necesita el personal del hospital, porque somos muchos los que trabajamos aquí».

«Ese autobús, esa línea es un servicio público y éste es un hospital público; necesitamos que el servicio esté lo más completo posible», abunda esta trabajadora, que recuerda que «hace años que tenemos bastante contradicciones con el TIB sobre los autobuses y los horarios, y lo que queremos es que haya un servicio continuado, que permita su uso por parte del personal y los acompañantes de los enfermos», para bajar a sus casas e irse a Palma.

El conseller de Movilidad sigue inflexible

Pese a las demandas de los trabajadores de este hospital público, quienes están recogiendo firmas para la reposición del servicio nocturno, el conseller socialista de Movilidad y Transportes, el ibicenco Josep Marí Ribas, continúa inflexible en su decisión de suprimir la línea de noche. Una línea, la 303, que conecta Palma con un centro sanitario con más de un centenar de enfermos que reciben a diario la visita de familiares y amigos y en el que trabajan más de 200 empleados públicos, provocando un serio quebranto.

Este recorte en horarios y frecuencias para desplazar los autobuses de esa línea a zonas turísticas con mayor demanda y beneficios contradice también lo que Ribas ha venido manifestando en el Parlament balear a lo largo de estos meses pasados: apostar por el transporte público para evitar la saturación de coches durante los meses de temporada alta veraniega, algo que no casa con este tijeretazo a las frecuencias nocturnas de paso por este centro hospitalario.