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El Govern atiende y trata cada año a más de un centenar de menores por pegar a sus padres

Son adolescentes de entre 15 y 17 años siendo las madres las principales víctimas

Las agresiones físicas son, en general, de hombres y las de las mujeres más psicológicas

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El Govern atiende y trata cada año a más de un centenar de menores por pegar a sus padres y que manifiestan comportamientos violentos con sus progenitores u otras figuras similares.

Según los datos recogidos por la dirección general de Infancia, Juventud y Familia el servicio y programa de prevención y tratamiento psicológico de la violencia filioparental atendió en 2022 a 119 familias, con un total de 252 personas, de las que 100 eran agresores o agresoras, y en 2023 a 115 familias, con un total de 265 personas, de las cuales 97 eran agresores.

La media de edad de las personas agresoras se sitúa entre jóvenes adolescentes de entre 15 y 17 años, siendo las madres las principales víctimas, aumentando las probabilidades en las familias monoparentales y también en las familias con progenitores mayores.

Mayoritariamente los agresores son hombres pero, en estos últimos años, se está observando una progresiva participación femenina, aunque la agresividad de los hombres es más física, y la de las mujeres más psicológica o emocional.

La violencia filial son acciones violentas –sean físicas, psicológicas o económicas– cometidas por los hijos e hijas hacia una o varias de sus figuras parentales. Son conductas reiteradas de violencia física (agresiones, golpes, pisadas, tirada de objetos), verbal (insultos repetidos, amenazas) o no verbal (gestos amenazantes, ruptura de objetos apreciados) dirigida a los padres o a los adultos que ocupan su puesto. Se excluyen los casos aislados, la violencia relacionada con el consumo de drogas, la psicopatología grave, la deficiencia mental y el parricidio.

Este tipo de agresiones se da en todos los estratos sociales y económicos, aunque parece que se presenta con mayor frecuencia en familias de bajo nivel socioeconómico. No obstante hay también ejemplos en núcleos de convivencia de estatus económico medio-alto y una sólida formación académica.

Los casos derivados al Govern para participar en el programa de violencia filioparental pueden proceder de profesionales de diferentes ámbitos, ya sea desde el mismo sistema educativo, sanitario, de servicios sociales y en no pocas ocasiones, derivados desde el sistema judicial por sentencia.

En este sentido, la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores, establece en el artículo 7.h, la libertad vigilada como medida que debe ir acompañada de  un seguimiento de la actividad de la persona en relación a su asistencia en la escuela, centro de formación o puesto de trabajo.

Asimismo, esta medida obliga, a seguir las pautas socioeducativas que señale la entidad pública o profesional encargada de su seguimiento, de acuerdo con el programa de intervención elaborado al efecto y aprobado por el juez de menores. La persona sometida a la medida queda obligada a realizar el tratamiento psicoterapéutico establecido por el juez, así como la obligación de someterse a programas de tipo formativo, cultural, educativo, profesional u otros similares.

El programa de prevención y tratamiento psicológico de la violencia filioparental de la Conselleria de Familias y Asuntos Sociales es un recurso psicoterapéutico especializado cuya finalidad es la prevención, reducción o eliminación del comportamiento agresivo de los jóvenes, y el restablecimiento de las relaciones familiares, ayudando a superar los efectos postraumáticos de los miembros familiares víctimas de esta violencia.

Además de prevenir las conductas de violencia filioparental, dotando de recursos y herramientas para mejorar la relación entre los miembros de la familia, el objetivo central es establecer una relación sana y satisfactoria en la relación entre la persona agresora y el resto de los miembros de la familia.

Aunque la dirección general de Infancia, Juventud y Familia del Govern viene trabajando con colectivos de personas menores de edad que manifiestan comportamientos violentos con sus progenitores u otras figuras similares, lo que empezó durante los primeros años, como un proyecto de cariz preventivo y experimental, se ha ido convirtiendo progresivamente en un verdadero proyecto de abordaje asistencial permanente.