OkBaleares
EL CUADERNO DE PEDRO PAN

De galas y conciertos solidarios

Las artes escénicas de Baleares se solidarizan con los afectados por la DANA con dos citas: el 29 de noviembre y el 1 de diciembre

Soy más bien reacio a las donaciones para causas benéficas, porque no creo demasiado en ellas, sabiendo que las ONGs acaban siendo un monstruo con mucho apetito, y por eso, devorando para sí mismo parte de las donaciones. Lo mismo ocurre con innumerables chiringuitos que viven de los impuestos al españolito de a pie, otros monstruos muy voraces, razón por la cual parte sustanciosa del presupuesto se queda en casa y no llega a sus destinatarios.

Recuerdo que a finales del siglo pasado, la delegación balear de una ONG de ámbito estatal organizó un mercadillo para recaudar fondos que iban a ser destinados a la atención médica de las prostitutas que hacían la calle en Palma. En aquellos tiempos lejanos estas mujeres estaban desprotegidas. Y me apunté como voluntario durante el fin de semana que duró la iniciativa. Todo lo que se vendía, además, eran aportaciones de todo tipo, llegadas de manos anónimas, todas ellas del pueblo llano. En mi parada vendías libros y discos. La recaudación ascendió a las 250.000 pesetas (no estábamos en el euro), y había muchas paraditas más, con sus correspondientes ventas.

Después supe que la dirección nacional dio órdenes de remitirles el total de lo recaudado y que ya se encargarían ellos. Decidí no volver a colaborar.

La catastrófica gota fría del 29 de octubre que causó tanta desolación, muy en especial en la Comunidad Valenciana, movilizó a la sociedad civil de inmediato. Mientras tanto las instituciones se tiraban los trastos a la cabeza en lugar de ponerse manos a la obra desde el minuto uno. Les recomiendo que busquen en internet el testimonio del novelista valenciano Santiago Posteguillo, que vivía a 50 metros del barranco del poyo. Es desgarrador.

Pues bien, aquí en Baleares la sociedad civil se movilizó ejemplarmente y se reunió gran cantidad de material con destino a Valencia. Han pasado más de tres semanas y la sociedad civil sigue movilizada, y ahora le llega el turno de solidarizarse a las artes escénicas. Quiero referirme en especial a dos citas, la primera el 29 de noviembre y la segunda el 1 de diciembre. En ambos casos se incluye la acostumbrada fila cero para recaudar fondos.

Empezando por la segunda, la Federación de Entidades Locales de las Islas Baleares (FELIB) organiza la gala solidaria Balears per València, en el auditorio Illes Balears (2000 localidades aproximadamente) del Palacio de Congresos en la fachada marítima de Palma. Un total de quince artistas se dan cita en el cartel. Bienvenida sea esta gala benéfica institucional.

Yo prefiero detenerme en el Concierto Solidario que tendrá lugar el 29 de noviembre en el auditorio (300 localidades más o menos) de la Fundación Miró Mallorca. En esta ocasión son trece músicos en cartel, con la primera parte centrada en música clásica (Mozart, Clara Schumann, Chopin, Astor Piazzola, Joaquín Rodrigo) y la segunda a versiones de canciones de León Gieco, Fito Páez, Serrat, Beatles, Thad Jones, Dave Brubeck y Nino Bravo

Tengo claro que esta iniciativa responde a los reflejos de Alfredo Oyágüez, pianista, profesor del Conservatorio Superior y director del Festival de Deià, echando mano a su agenda de contactos y reuniendo a una serie de amigos, que estarán desinteresadamente en el escenario de la Fundación. Es más.  

La convocatoria no es ambigua por generalizada, sino que el destino de lo recaudado irá directo al colectivo de músicos independientes Sedajazz y el grupo de percusión AMORES, ambos con sede en la localidad de Sedaví, severamente castigada por la gota fría.  Un gesto que honra a los músicos que deciden apoyar causas que pueden controlar sin intermediación. Eso es sociedad civil en estado puro, como los miles de voluntarios, con rastrillo y pala en ristre, que se están volcando en ayudar en lo que sea necesario.

Sean bienvenidas ambas iniciativas, y cuantas más mejor, porque la ayuda es más necesaria que nunca. Aunque yo me quedo con la seguridad que da cualquier iniciativa por modesta que sea, pero alejada de grandes fastos. Lo de la Fundación Miró Mallorca No es una gala, es un concierto solidario.

La foto que ilustra el texto corresponde al grupo de percusión AMORES.