Andalucía

Griñán se hace la víctima: «Si el Supremo confirma la sentencia de los ERE, mi vida habría terminado»

El expresidente socialista de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, condenado a seis años de años de prisión y 15 de inhabilitación especial por el caso ERE, ha asegurado que si el Tribunal Supremo ratifica en mayo la sentencia de la Audiencia de Sevilla, su vida «habría terminado». La Justicia cifró en 680 millones de euros el desfalco de la antigua cúpula socialista en Andalucía.

«Voy a cumplir 76 años, con esa edad qué queda. Las expectativas son ordenar las cosas y dar cariño a los que te lo dan», ha señalado Griñán, que sostiene su inocencia. El que fuera presidente andaluz entre 2009 y 2013 y presidente del PSOE entre 2012 y 2014 ha publicado esta semana su libro ‘Cuando ya nada se espera’.

En una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, el exlíder socialista ha asegurado que «no creo en mi inocencia, sé de inocencia. Espero que el Tribunal Supremo haga justicia, por eso hemos recurrido». De confirmarse la condena, se limitaría a «acatar la sentencia y mi vida habría terminado», apunta.

Tras ser cuestionado por el hecho de que los ERE figuran a partir de la página 530 de su libro, de un total de 550, y de si en su momento fueron empujados a abandonar el PSOE, Griñán ha explicado que «no en mi caso», para apuntar entonces que «dimití como presidente de la Junta de Andalucía cuando todavía no había ni siquiera un auto, de senador, me fui del partido para no hacer daño», y proclamar entonces que «me siento socialista, creo profundamente en la socialdemocracia».

Cabe recordar que en la causa fueron condenados 19 exaltos cargos del Gobierno andaluz de los 21 que fueron a juicio. Entre ellos, el también expresidente andaluz del PSOE-A, Manuel Chaves.

Griñán ha rehusado abundar en su reflexión sobre el caso ERE para explicar que «la argumentación está minuciosamente recogida, detallada y prefiero no pronunciarme, con el recurso haría mal si me pronunciara», aunque sí ha precisado que «de esas ayudas de prejubilación a 6.000 trabajadores a nadie se le ha reclamado que las devuelvan, aunque hubo intrusos que no se debieron producir».

Sobre Pedro Sánchez y Juanma Moreno

«No quería hacer daño», ha insistido el expresidente de la Junta de Andalucía, quien ha trasladado que «Felipe González y Alfonso Guerra me han estado apoyando incondicionalmente, dándome cariño».

Preguntado si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha interesado en alguna ocasión por él o si le ha llamado, Griñán ha respondido que «sí, hemos cruzado algún mensaje» y ha detallado que en algún encuentro «ha sido cordial, atento, nada que puede considerar que tuviera resistencia a saludarme». Griñán ha manifestado que «los dirigentes no se han portado nada mal», para rematar que «las llamadas de Alfonso Guerra y Felipe González han sido una constante».

En el caso de que fuera absuelto por el Tribunal Supremo, preguntado si recuperaría la militancia en el PSOE, ha explicado que «ni lo he pensado, no lo creo» para explicar a continuación su percepción de la militancia, de la que ha trasladado que «es un compromiso activo y no estoy para mucha actividad», antes de trasladar que su contribución se encamina a que «puedo estudiar, analizar, dar consejos, hay dirigentes que me preguntan», por lo que ha desechado el retorno a la militancia como un ejercicio intenso y activo porque «para ese tiempo el mío ha pasado».

Cuestionado sobre si considera al actual presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, un buen presidente, Griñán ha afirmado que «no tengo base suficiente» para afirmar «si es bueno o mal presidente», para después destacar que Moreno ha sido «cariñoso» en algún momento con él, aunque «la política andaluza no la conozco en profundidad, no emito juicio».

En una referencia a la actualidad, como es el pronunciamiento favorable de España al plan de autonomía del Reino de Marruecos para el Sáhara, Griñán ha sostenido que «aquello que dije lo repito ahora», en referencia a su calificación de «plan interesante» de una propuesta del entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero sobre la autonomía para el Sáhara, para considerar que «en el mundo de las relaciones internacionales no se tienen amigos, se mueven por intereses», ha zanjado.