Sánchez: en tiempo de descuento; Casado: toca activar el plan B

Llevamos ya más de 40 días de confinamiento. Más de 40 días dando un voto de confianza a la gestión del Gobierno socialcomunista. Hace más de 40 días que estiramos nuestra paciencia como si del último chicle se tratara. Pero creo que ha llegado el momento de que nos plantemos y digamos ¡BASTA YA!

No queda manera alguna de justificar la ineptitud de este Gobierno. Y no lo digo yo, que también, es que así lo recogen los principales medios internacionales: reacción tardía, permanente ocultación de información, compras de material defectuoso, falta de tests para el personal sanitario, censura informativa…. Eso por no mencionar lo de esta semana con el permiso de salida de los niños que ha estado al nivel de un guión del mismísimo Benny Hill en su versión más absurda.

Y así podría seguir horas y horas.

Pero no me quiero centrar hoy en todo lo que ha hecho mal el Gobierno. Quiero hablar de lo que puede empezar a hacer bien la oposición.

Es loable la buena voluntad que han mostrado el señor Casado y la señora Arrimadas queriendo sentarse para pactar un plan de reconstrucción nacional y además que propusieran hacerlo como se debe: con una comisión parlamentaria con luz y taquígrafos. Pero mucho me temo que Sánchez e Iglesias ya han vuelto a dinamitar esos puentes fijando unilateralmente la estructura y el calendario de dicha comisión.

Pues hasta aquí hemos llegado. Toca pasar al plan B.

Y el plan B pasa por dar un ultimatúm a Sánchez: o en 10 días propone un calendario consensuado para proceder con el desconfinamiento paulatino y la reapertura de las distintas actividades económicas o la oposición en bloque debe votar NO a la siguiente prórroga del Estado de Alarma.

Y pensarán ustedes igual que he perdido la cabeza, que menuda locura puede ser eso. Pues yo les digo que no y les explico el porqué.

Si terminamos con el Estado de Alarma, las competencias volverían a las comunidades autónomas y, que quieren que les diga, veo mucho más resolutivos ahora mismo a Juan Manuel Moreno, García-Page, Feijoo o a Díaz Ayuso que a los incapaces que moran la Moncloa. Y les voy a poner varios ejemplos.

En materia sanitaria, y pesar de que la compra de material está centralizada desde el inicio de la pandemia, son los gobiernos regionales los que han conseguido las mayores dotaciones de material de protección, y siempre en buen estado, para distribuir a nuestro personal sanitario. Y lo han hecho con más ayuda de donaciones privadas que de dinero del Estado.

En materia educativa, Ayuso tiene un plan en materia educativa muy sensato, pues mantiene las evaluaciones con distintas modalidades que varían en función del curso en cuestión. Frente a eso tenemos el aprobado general que propone la ministra Celaá. ¡Barra libre para todos!

En cuanto al desconfinamiento, por ejemplo, Torres ya tiene un plan por etapas para las Islas Canarias. Plan que ha consensuado con las autoridades insulares y los expertos científicos correspondientes. Entre tanto, el ministro Illa sigue con el “no sabe no contesta”.

Si hablamos de consumo, Almeida ya tiene un plan para ayudar a la hostelería ampliando los espacios para terrazas y su horario y rebajando las tasas correspondientes. Garzón sin embargo sigue perdido en analizar la caída de las apuestas deportivas.

Es decir, llegados a este punto, creo que estamos en mejores manos si nos gestionan nuestros presidentes autonómicos y nuestros alcaldes que si lo hacen los chapuzas de Sánchez, Iglesias y el resto de la banda.

Por todo ello le pido a la oposición en general y al señor Casado en particular como líder de la misma, que si en los próximos días el Gobierno no confirma el aprovisionamiento de tests para poder empezar a hacerlos de manera masiva y no plantea un calendario concreto para el desconfinamiento y la reactivación de la actividad económica de nuestras ciudades, le digan NO a la prórroga del Estado de Alarma y activen un plan B.

Se acabó el periodo de confianza, se acabó el buenismo infinito.

Toca decir basta, remangarse y ponerse a trabajar de verdad para que esto termine cuanto antes y España y los españoles podamos salir adelante.