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El pueblo medieval francés al borde de un lago y con canales como Venecia

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En Francia hay ciudades que son bien conocidas por todos, como París, Burdeos, Montpellier o Lyon, pero también hay pueblos que, a pesar de su pequeño tamaño, bien merecen una visita. Es el caso de Annecy, la capital de Alta Saboya, una joya artística que cautiva con su arquitectura medieval. Con su historia rica y su cultura vibrante enmarcada por la majestuosidad de los Alpes, el paseo por el viejo Annecy es una experiencia verdaderamente fascinante, con sus pintorescos canales y casas de colores que justifican su comparación con la Venecia de Saboya. En el corazón del casco antiguo se encuentra el Palacio de la Isla, que fue en su momento una prisión y palacio de justicia, y hoy alberga el Museo de Historia de Annecy.

Cerca, la calle Santa Clara, con sus bonitas casas con arcadas, es otro punto imprescindible. En lo alto de la ciudad se encuentra el museo-castillo, antigua residencia de los condes de Ginebra y los duques de Genevois-Nemours, dedicado ahora a la arqueología, etnología, arte e historia de los lagos alpinos. Para culminar la visita, nada supera un paseo por las orillas del impresionante lago de Annecy. Los Jardines de Europa, el Puente de los Amores sobre el canal de Vassé, la avenida de Albigny con sus plátanos y el Campo de Marte son lugares estupendos para relajarse y descansar durante las vacaciones.

Annecy, un pueblo encantador en Francia

Annecy, conocida como la «Venecia de los Alpes», destaca por su ubicación excepcional entre montañas y el lago homónimo de 27 kilómetros cuadrados.

El casco antiguo de Annecy ofrece una experiencia medieval única, con sus coloridos edificios alpinos y las aguas del río Thiou y el canal de Vassé que serpentean por sus calles estrechas, creando un ambiente encantador y pintoresco. Aquí se encuentran lugares históricos como el palacio de justicia, una antigua prisión convertida en museo, y la catedral de San Pedro. Junto al lago, se encuentran playas como Albigny y Marquisats, ideales para relajarse, tomar el sol y participar en actividades acuáticas. El castillo de Annecy, que alberga el Museo de Arte Popular Alpino, ofrece unas vistas panorámicas impresionantes del casco antiguo y el lago desde su terraza.

Para los amantes del queso y la gastronomía local, Annecy ofrece una deliciosa variedad de quesos como el emmental y el reblochon, además de platos tradicionales como la raclette y pescado fresco del lago. Para terminar el día, el casco antiguo ofrece una amplia gama de restaurantes y bares donde se puede disfrutar de la cocina local y relajarse en un entorno histórico encantador.