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Ni Mykonos ni Santorini: la isla de Grecia con playas vírgenes y libre de multitudes

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Milos, una isla griega situada a 152 kilómetros al noroeste de Santorini, ha sido durante mucho tiempo ignorada por los viajeros en favor de su famosa vecina. A pesar de su belleza y sus formaciones geológicas únicas, Milos había sido despreciada por su reputación como un lugar «demasiado industrial» debido a su histórica actividad minera. Sin embargo, Milos ofrece una experiencia memorable y menos masificada que Santorini. La isla comparte un origen volcánico con Santorini, pero su paisaje presenta una gama más amplia de colores en los acantilados, desde verdes de bentonita hasta rojos de óxido de hierro. Sus más de 70 playas y formaciones rocosas, como el paisaje lunar de Sarakiniko y las cuevas marinas de Kleftiko, atraen a los visitantes que buscan disfrutar de la belleza natural y la tranquilidad.

Milos también destaca por su rica historia. Los visitantes pueden conocer el Teatro Antiguo, las catacumbas paleocristianas y el lugar de descubrimiento de la Venus de Milo. Además, la isla alberga yacimientos históricos como Phylakopi, con restos de la antigua cultura cicládica. Pueblos como Adamas y Plaka ofrecen encanto local y buena gastronomía, mientras que Klima y Mandrakia albergan pintorescas casas-barco y cuevas con mariscos frescos. Milos es una alternativa ideal para quienes buscan una experiencia griega más auténtica y menos turística.

Milos: la joya oculta de Grecia con playas únicas

Milos, famosa por su obsidiana desde el Neolítico, fue un importante centro en la civilización Egea temprana y centro de la cultura cicládica en la Edad del Bronce. En la Edad Antigua, la isla, conocida por diversos nombres, fue destruida por los micénicos, reconquistada por Atenas y luego por Esparta.

Bajo el dominio persa, se mantuvo independiente hasta la invasión de los Ptolomeos y luego de los romanos, quienes introdujeron el cristianismo y construyeron catacumbas. Durante la Edad Media, sufrió ataques y cambios de dominio, pasando de los Sanudo a los Crispo y luego a los otomanos. En la Edad Moderna, fue parte del Imperio Otomano, con breves ocupaciones venecianas y rusas, hasta participar en la Revolución Griega en 1821. En la época contemporánea, Milos ha pasado de ser un punto estratégico durante las guerras a un destino turístico emergente.

Lugares de interés

La capital de Milos, Plaka, destaca por su belleza pintoresca. Situada en lo alto de una colina, sus callecitas estrechas y blancas, con puertas y ventanas azules, crean un ambiente encantador. El Museo Arqueológico, que alberga una réplica de la Venus de Milo, es una visita obligada para los interesados en la historia.

Klima, un colorido puerto, es otro de los lugares imprescindibles en Milos. Las antiguas cuevas que utilizaban los piratas se han transformado en viviendas, restaurantes y tiendas. La zona ofrece un paisaje único con sus casitas coloridas y es ideal para pasear, aunque no es el mejor sitio para nadar. Cerca de Klima, se encuentran el Teatro Griego, el lugar donde se descubrió la Venus de Milo y las Catacumbas. El teatro, construido en el siglo I a.C., ofrece unas vistas impresionantes al mar Mediterráneo.

Mandrakia, un puerto pesquero a cuatro kilómetros de Plaka, es famoso por sus casetas de colores, conocidas como Syrmatas, donde los pescadores almacenan sus barcas y utensilios. Es un lugar pintoresco, ideal para pasear y disfrutar de la gastronomía local.

Por su parte, Firopotamos es un pintoresco puerto con apartamentos y una playa de aguas cristalinas. Aunque la playa tiene piedras que dificultan el baño, el entorno es ideal para disfrutar de vistas panorámicas y tomar fotos.

Sarakiniko, al este de la isla, destaca por sus formaciones volcánicas únicas que parecen de otro planeta. Aunque el agua puede estar turbia debido al viento, el paisaje es impresionante y perfecto para la fotografía.

Finalmente, en Kleftiko se puede hacer una excursión en barco para descubrir formaciones rocosas y cuevas utilizadas por piratas. Los visitantes pueden optar por un tour en barco o en velero para descubrir estas maravillas naturales.

Las mejores playas

La playa Plathiena, típica de las Cícladas, se encuentra en una cala rodeada de un paisaje árido y rocoso. Protegida de los vientos meltemi, es ideal para quienes buscan tranquilidad.

La playa de Tsigrado destaca por su belleza remota. El acceso desafiante con escaleras y cuerdas se recompensa con una playa de arena dorada y aguas cristalinas, rodeada de acantilados verticales. Es ideal para nadar y hacer snorkel. Se encuentra a 11 kilómetros de Adamas.

Paleochori, con su pared rocosa en tonos rojos y amarillos, es una de las mejores playas de Sus aguas azul verdoso son ideales para snorkel, y cerca se encuentra la playa de Tourlos, también con chiringuito.

Kleftiko, aunque no es una playa tradicional, es una parada imprescindible para quienes buscan belleza natural y aventura.  Las aguas cristalinas y la naturaleza aislada garantizan una experiencia única.

Milos destaca por sus playas únicas y paisajes impresionantes, ofreciendo una experiencia costera que enamora a cada visitante.