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La llaman la Capilla Sixtina de Segovia: los frescos de esta ermita están expuestos en el Museo del Prado

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

En un pueblo de la provincia de Segovia se encuentra una pequeña ermita que guarda un legado artístico sorprendente. Sus frescos, llenos de simbolismo y detalle, han sido considerados una obra maestra del arte medieval.

Esta maravilla, conocida como la «Capilla Sixtina de Segovia», ha trascendido fronteras. Parte de su decoración original ahora se exhibe en el Museo del Prado, llevando consigo la esencia y el misterio de este rincón histórico.

Ésta es la ermita conocida como la Capilla Sixtina de Segovia

La Ermita de la Vera Cruz de Maderuelo albergó en sus muros un ciclo de pinturas que hoy conocemos como la «Capilla Sixtina segoviana». Estas pinturas fueron trasladadas al Museo del Prado en 1947 y son un testimonio fascinante de la destreza artística del siglo XII.

La historia de estas pinturas es intrigante. Maderuelo experimentó un período de esplendor que dejó un legado de construcciones románicas, incluyendo las iglesias de San Miguel y Santa María, y por supuesto, la ermita de la Vera Cruz.

Esta ermita fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1924 y guardaba en su interior un conjunto pictórico de gran valor. Sin embargo, en 1947, la construcción de un embalse en la zona llevó al traslado de las pinturas al Museo del Prado.

¿Cómo son las pinturas de la ermita de la Vera Cruz de Maderuelo?

Las pinturas de la Ermita de la Vera Cruz son notables por su valor artístico y por su programa iconográfico. Los muros de la capilla están decorados con ángeles, apóstoles y escenas evangélicas.

En los testeros, se representan temas bíblicos como El Pantocrátor sostenido por cuatro ángeles, La Anunciación, La creación de Adán, y El Pecado Original. Estas escenas se caracterizan por figuras de estilo románico, carentes de volumen y profundidad, delineadas por contornos simples que dividen los espacios.

Ermita de la Vera Cruz en Maderuelo.

Un elemento que destaca en estas pinturas es la representación de la palmera, un símbolo del Árbol de la Vida, que marca la separación entre el Edén antes del pecado y el Edén después del pecado, representado por el Árbol de la Ciencia seco.

«Su deterioro, producido por la desobediencia del hombre y expresado cromáticamente, refleja un conocimiento de las antiguas historias relacionadas con el Árbol de la Muerte», señala el Museo Nacional del Prado en su web.

Por otra parte, hay que destacar que el estilo de estas pinturas ha sido comparado con el del Maestro de Tahull, lo que sugiere una posible influencia bizantina.

¿Qué puedes ver en la ermita de la Vera Cruz en la provincia de Segovia?

Aunque las pinturas originales se encuentran en el Museo del Prado, en la ermita de la Vera Cruz se pueden observar improntas de las pinturas originales consolidadas, así como réplicas de las mismas.

Estas reproducciones fueron colocadas en el interior de la nave del templo para permitir a los visitantes comparar las reproducciones con las improntas. Además, se instaló información que explica la historia de este conjunto pictórico y sus características estilísticas.

El traslado de las pinturas al Museo del Prado, si bien era necesario debido a las circunstancias de la época, no ha impedido que los visitantes puedan seguir disfrutando de estas obras en su contexto original, gracias al trabajo de conservación y reproducción llevado a cabo por la Junta de Castilla y León.