Hawái, un catálogo de playas de colores
Hawái… Su propio nombre es evocador. Hawái… ¿Quién no ha soñado con perderse por ese archipiélago lleno de parajes paradisíacos y cientos de playas? ¿Quién no ha pensado lo bien que se lo tenían que pasar los actores de Lost rodando allí? Poco (o mucho) podemos decir que no se sepa ya. Pero vamos a intentarlo. Hoy traemos a los lectores de TourAffinity un catálogo de playas de colores. Porque Hawái destaca por tener arena de muy diferentes tonos. O si no, querido viajero, lea…
Hawái de arena negra
Las playas de arena negra son muy comunes en los archipiélagos creados por erupciones volcánicas. Es el caso de Canarias y, claro está, de Hawái. Allí, en este estado de EE.UU., Punaluu es la playa negra más famosa. Se encuentra en el Parque Nacional de los Volcanes. Como no podía ser de otro modo, hay cocoteros y palmeras, y es perfecta para hacer snorkel y tomar el sol. La playa de Pololu, en cambio, lo es para nadar entre peces de colores e incluso para hacer surf. En las playas negras es fácil ver a las tortugas marinas. En ellas hacen sus nidos porque la arena oscura guarda el calor (recuerden que es volcánica).
Hawái de arena blanca
Hapuna es una de las playas más famosas del archipiélago. Situada en la isla de Hawái, su arena blanca es muy conocida por los viajeros. Además, se trata de un paraje de gran belleza y extensión. Esto hace que para los visitantes menos aventureros sea perfecto, dado que cuenta con todo tipo de comodidades. Así es, se trata de la típica playa preparada para los turistas pero que no por ello está exenta el encanto de este archipiélago.
Hawái de arena dorada
En la isla de Maui, conocida por paisajes aún más de ensueño, el viajero puede observar la arena dorada de Bahía de Kapalua. Es el tradicional sitio de postal paradisíaca. Ese lugar en el que se piensa cuando se está trabajando en la oficina. Aguas tranquilas, paz, relax, temperatura agradable… Un sitio perfecto para nadar y bucear; para dejar que corra el tiempo porque allí se ha parado.
Hawái de arena roja
Una vez en Maui hay que aprovechar para ir a la playa roja de Kaihalulu. Es un camino complicado, escarpado y estrecho, pero merece la pena. Se trata de una playa bastante solitaria aunque no es muy apta para la natación debido a las corrientes. El agua del Pacífico en esa zona no hace honor a su nombre y será mejor no aventurarse demasiado. Sin embargo, el rato de esparcimiento en la arena roja resultará innegablemente agradable. Por no hablar del maravilloso paisaje.
Hawái de arena verde
Después de las dos playas de la maravillosa Maui, volvemos a la isla más grande: Hawái. En ella hallamos la espectacular playa verde de Papakolea. Es una de las cuatro que hay en el mundo y, por lo tanto, la más especial de este periplo. Su color se debe a un mineral llamado olivino (su nombre es muy significativo).
El olivino proviene de las cenizas del volcán Pu’u Mahana y las olas lo han depositado en la playa. Eso ha provocado que haya adquirido ese color tan verde que la caracteriza. Sin duda un final fantástico para el paseo por las arenas de colores hawaianas.
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